Un joven de 17 años murió en la madrugada de ayer al electrocutarse con un cable de un poste de luz que había caído sobre su casa, en Angaco, por el fuerte viento. El fallecido se llamaba Ángel Ariel Chávez, era el segundo de siete hermanos y trabajaba en la cosecha de uva, comentaron sus familiares.
La tragedia que golpeó a una humilde familia angaquera de trabajadores rurales ocurrió en la madrugada de ayer, alrededor de las 2, en una precaria casa ubicada en las calles Belgrano y Punta del Monte.
Las fuertes ráfagas de viento que azotaron a gran parte de San Juan provocaron que un poste de luz de madera ubicado justo en el frente de su casa se quebrara y cayera sobre el techo de la vivienda de adobe.
En ese momento, Ángel se encontraba en el interior de la casa junto a sus hermanos. Primero el ruido del golpe del poste y luego el repentino corte de luz generó mucho susto entre ellos. Y ni hablar cuando miraron por la ventana y se dieron cuenta que parte del techo de caña empezaba a incendiarse.
Según el relato de la familia, Ángel ni lo dudó y se cargó al hombro la misión de poner a salvo a sus hermanitos. Para eso los sacó y los llevó hasta la entrada. Y eso fue lo último que hizo, porque cuando pretendía ingresar nuevamente no vio que habían unos cables tendidos en el piso, y en medio de la oscuridad accidentalmente los pisó y recibió una descarga que resultó mortal. Su fin quedó echado prácticamente en el acto, pues ni bien cayó boca abajo al suelo no hubo nada por hacer. Al parecer, el tendido también le causó quemaduras en el cuello y el resto del cuerpo.
Casi sin poder creer lo que acababan de ver, de inmediato sus hermanos llamaron a emergencias y se hicieron presentes en el lugar efectivos de la comisaría 20va. Pero sólo llegaron para constatar que el joven ya había fallecido.
Minutos más tarde llegó personal de Energía San Juan, que debió cortar la luz para poder levantar el cuerpo del adolescente y así poder trasladarlo hasta la Morgue Judicial para realizarle la autopsia.
"Todavía no lo puedo creer. Nunca había pasado nada parecido por acá y justo le toca a mi hermano", dijo ayer Gastón, su hermano mayor.
Trabajador, tranquilo, dedicado a su familia y amante del fútbol, así describieron en la familia al chico fallecido. "Mi hermano era muy bueno, no sé por qué pasó", cerró el hermano, bastante compungido.