El departamento donde vive una vicedirectora de un colegio privado de Albardón y su hijo, de 12 años, fue blanco de ladrones que aprovecharon su ausencia para ingresar entre la noche del sábado y ayer en la madrugada a robar a ese inmueble ubicado en Capital. Las víctimas fueron a un cumpleaños y se ausentaron cuatro horas de la vivienda. Y en ese tiempo, malvivientes forzaron las rejas que dan al lavadero y se colaron al interior por una ventana que no tiene ninguna seguridad. Los delincuentes revolvieron cuatro ambientes y escaparon con una Playstation 3 con 5 juegos, otra consola similar con una pantalla de 8’, un celular Galaxy SII, una notebook, alhajas, un maletín y una mochila, por un monto que ronda los 13.000 pesos, indicó Susana Perona (39), la docente atacada.

Perona y su hijo viven desde 2004 en el departamento 32 del consorcio ‘Libertador’ (Av. Libertador, antes de Pueyrredón, Capital) y nunca habían sufrido un robo en esa inmueble, hasta el sábado cuando fueron a un festejo. El sábado a las 22 ambos salieron para participar en un cumpleaños familiar. La docente explicó que alrededor de las 2 de ayer regresaron y apenas abrió la puerta, se topó con el comedor hecho un desastre.

Los ladrones entraron por el costado Norte del consorcio y fueron hasta el lavadero (protegido con una reja corrediza) del departamento de Perona. Al parecer, los malvivientes primero trataron de romper la cerradura y como no cedió, sacaron la reja del riel y la empujaron hacia adentro. Luego, ingresaron por esa abertura y llegaron al interior del inmueble por una ventana donde hay un lavarropas. Una vez dentro, revisaron de arriba a abajo la vivienda, comentó la docente.

De la habitación del chico usaron una mochila para cargar las dos consolas de videojuegos con los costosos juegos (cada uno vale unos $500) y la pantalla. De la pieza de la mujer los malvivientes sustrajeron unas alianzas, el celular de alta gama y la notebook, que colocaron dentro del maletín que usa la docente en su trabajo. A todo esto, nadie escuchó ni vio nada extraño en el consorcio porque en el horario que atacaron los malvivientes dio la casualidad de que los vecinos de la torre donde vive la damnificada no se encontraban, comentó Perona.

‘Para mí los que entraron acá sabían nuestros movimientos, nuestros horarios, porque ingresaron por el lugar donde menos protegido. Encima para colmo de males no había ningún vecino. Calculo que no han robado como unos 13.000 pesos, no son muchas cosas, pero sí son valiosas’, dijo Perona. Y agregó: ‘lo único que nos queda es reforzar la seguridad’.