El hombre viajaba con un compañero de Vialidad Provincial en una camioneta y antes de llegar a los talleres de esa repartición, bajó como siempre a comprar una tortitas en un comercio de Sarmiento y Cereceto, en Concepción, Capital. Mientras hacía la compra, su acompañante también bajó para conversar con un conocido que pasaba ocasionalmente por el lugar. Según la policía, fue este último hombre el que percibió cuando un sujeto metía la mano por la ventanilla y sustraía un maletín que había sobre el torpedo, antes de montar en la moto de un cómplice para huir a toda velocidad. "Che, te sacaron el maletín", avisó. Y entonces el dueño del objeto salió a toda carrera a perseguir a los ladrones, sin reparar en los problemas que podía ocasionarle a su reciente operación de columna. Anduvo como tres cuadras, pero no hubo caso: los ladrones finalmente lograron apoderarse de unos 30.000 pesos, los ahorros conseguidos con su mujer que pensaba usar en la ampliación de su casa, contaron fuentes del caso.

Todo pasó a las 10,30 de ayer. Y a pesar del inmediato aviso a la policía, los delincuentes no pudieron ser localizados.

La víctima, que pidió reserva de su nombre, había sacado el dinero del banco Galicia. Y tan guardado tenía su secreto que ni su compañero de trabajo sabía que guardaba esa suma en el maletín, explicaron en la policía.

¿Un golpe al voleo, una entrega?. Los policías no descartan que los delincuentes hubiesen aprovechado la oportunidad para robar el maletín sin saber que adentro había 30.000 pesos. Tampoco dejan de lado la hipótesis con más peso para la víctima: la posibilidad de que alguien que conocía de la extracción hubiera pasado el dato a los motochorros.