Una mujer de 30 años que cumple prisión domiciliaria, rompió la pulsera electrónica y fue descubierta por la policía.

Todo sucedió cuando los policias llegaron a un domicilio del Barrio Benardino Rivadavia. Al ser alertada sobre la llegada de los uniformados, Tania Muñoz  pegó el dispositivo con cinta adhesiva.

Ahora, deberá enfrentar una nueva causa por el delito de daño agravado, pero continuará con prisión 
 domiciliaria por tener un hijo con discapacidad.