La primera parte del plan pareció salir de acuerdo a los cálculos del asaltante: porque eligió a su víctima, una mujer de 34 años, le puso una punta en forma de ‘T’ en el cuello y le robó su celular. La segunda parte de esa maniobra, el escape, sufrió un imprevisto que no imaginaba ese sujeto: la moto, una Guerrero 110cc. presentó una falla mecánica que lo dejó clavado en la escena del robo. Para su propio perjuicio, porque atacó en una zona muy transitada y en el acto se llenó de transeúntes que lo rodearon. Y pasaron a replicar los primeros golpes que lanzó para intentar huir, con una tremenda paliza que pudo terminar en algo peor si acaso no hubieran pasado por el lugar el cabo Jorge Poblete y el agente Enzo Martínez (Motorizada IV). Esos policías lo esposaron y llamaron a un móvil de la Seccional 13ra para que se lo llevaran al calabozo.
Según la Policía, todo pasó alrededor de las 5,20 de ayer en avenida Libertador, metros al Este de Manuel Zavalla, en Rivadavia, cerca de un bar del cual había salido la víctima, identificada como Marcela Verónica Castro (34) con un grupo de amigas.
El sospechoso ajusticiado fue identificado como Cristian Mauricio Sucunza (20) a quien le secuestraron la punta, el celular sustraído y esa moto Guerrero que le arruinó peligrosamente su maniobra.

