Una comerciante de 25 años pasó un momento de pesadilla ayer en la mañana. Alrededor de las 9, cuando llegó para abrir su kiosco en inmediaciones de Ignacio de la Roza y Moreno, en Rivadavia, fue sorprendida por un sujeto que la redujo con amenazas y un hierro que envolvió con un trapo para simular que era un arma. Y luego de atar sus manos hacia atrás con un precinto, la metió en el baño y la manoseó. Al final huyó con el dinero que tenía para pagar el alquiler, unos 10.000 pesos, algunas botellas de Fernet y cigarrillos, dejándola semidesnuda y encerrada con llave en su propio comercio, informó la propia víctima, no identificada por razones legales.
Según la joven, que hace un año y medio alquila ese local para trabajar con su pareja, ella abrió la puerta y en instantes se encontró bajo el dominio de ese sujeto al que notó bastante alterado.
En la Policía creen que el delincuente siguió a la víctima o esperó a que llegara, porque tal vez conocía los movimientos en el local.
Ahora, están concentrados en establecer quién es ese delincuente, al que cabe imputarle los delitos de robo agravado y un presunto abuso sexual.
