Ladrones destrozaron un aire acondicionado y, al mejor estilo boquetero, se metieron a través de un hueco a una agencia de quiniela y luego a un local de telefonía en el centro de Caucete, de donde robaron un botín de más de 250.000 pesos. Esto sucedió ayer en la madrugada y se llevaron dinero en efectivo y más de 300 celulares.
El que estaba furioso era Rodolfo Gottschlich, el propietario de esa agencia de quiniela llamada El Caballo de Oro y de ese local de telefonía Claro que funcionan frente a la rotonda de la calle Juan José Bustos y Diagonal Sarmiento. Los dos salones están comunicados. El comerciante contó que en 2013 también sufrió un robo importante en ese mismo lugar, aunque esta vez el perjuicio fue el doble. ‘Tengo el local todo con rejas, además pago una alarma monitoreada y aun así me roban. Esto es increíble‘, señaló.
No se sabe a qué hora fue el robo, sí está claro que los delincuentes se tomaron su tiempo. Y es que subieron al techo y cortaron los cables del suministro eléctrico, explicó Gottschlich. Ése fue el primer paso, porque después entraron a un pequeño patio lateral y ahí destrozaron el aire acondicionado de pared que daba a la agencia de quiniela. Una vez que lograron desarmar el aparato, entraron por ese hueco al interior del local. Adentro, se dieron el trabajo de romper y desarmar la central de la alarma. El sistema de alarma supuestamente estaba siendo monitoreado, pero la firma encargada nunca dio aviso de que algo estaba pasando, contó Gottschlich.
El comerciante aseguró que los delincuentes buscaron las cosas de valor, fue así que sustrajeron el dinero de la recaudación de la agencia de quiniela: unos 25.000 pesos en efectivo, además revisaron un depósito del fondo y se llevaron hasta una alcancía con monedas, denunció. El daño fue mayor en el salón de telefonía, ya que sólo apuntaron a los celulares. Se llevaron 8 aparatos nuevos, cada uno valuado en 3.000 pesos, y otros 300 aparatos que estaba reparados y que, a un costo de 700 pesos cada uno, representan 210.000 pesos, comentó el comerciante.

