El templo. Esta es la Capilla de Nuestra Señora del Valle, que celebra su fiesta patronal en mayo. El robo fue descubierto el martes último.

 

Los robos y hechos de vandalismo también se dan en los pueblitos más alejados como el distrito Retamito, en Sarmiento. Delincuentes entraron a provocar daños en la capilla de esa zona y sustrajeron luminarias, mesas y el Copón de la Sacristía. Hasta arrancaron y se llevaron una ventana del predio religioso, distante a 30 kilómetros al Sur de la villa cabecera del departamento. En un hecho anterior habían sustraído 100 sillas, denunciaron.

“Estamos cansados de los robos. La Iglesia está casi desmantelada. Hay cosas de la capilla, como por ejemplo la campana, que tuvimos que guardarlas en otro lugar por miedo a que se la lleven. Y la volvemos a poner en su lugar en la fiesta patronal. La capilla es lo único que nos queda y queremos cuidarla”, explica Silvia González, coordinadora de la Capilla Nuestra Señora del Valle.

No se sabe cuándo se produjo este último robo. Como las misas son muy esporádicas, el templo permanece cerrado. Sólo la familia González lo visita para limpiar y hacer reparaciones. La última vez que estuvieron ahí fue el martes de la semana pasada y volvieron este último martes, oportunidad en que se dieron con la sorpresa de que la capilla había sido saqueada.

Lo que más llamó la atención es que arrancaran de cuajo una ventana de madera maciza del templo, la que da a un playón, y se la llevaran. Silvia González contó que también sustrajeron tres candelabros, una lampara antigua tipo araña, tres mesas pequeñas, la grifería del baño, herramientas y máquinas de un albañil, y unos tarros de pintura. Ni el Copón se salvó, dado que también fue robado de la Sacristía. El templo está en un sitio desolado, la casa más cercana se encuentra a 500 metros de distancia. De ahí que sea imposible cuidar sus instalaciones.