Esperó más de un año para cobrar su jubilación. En ese tiempo, el abuelo se ilusionó con ese dinero, hasta hizo planes de instalar la red de gas en su domicilio, arreglar la vereda o ayudar a sus hijos. Sin embargo, cuando por fin recibió esa plata de todos los meses juntos, se la robaron de su propia casa este jueves a la noche. Fueron unos 14.000 pesos. El o los ladrones rompieron una ventana para entrar y revisaron su dormitorio en momentos en que la familia estaba en otra parte de la vivienda.
Fue la semana pasada, cuando Angel Rogelio Brizuela (66) cobró cerca de 17.000 pesos a través del Anses, producto de su primer sueldo de jubilado, incluyendo el retroactivo por los meses que le debían. Ese día, su nieto Roberto Brizuela lo acompañó a su casa en la calle Pedro Echagüe del Barrio Kennedy, Santa Lucía. El jubilado supuso que el dinero iba estar más seguro con él, así que escondió los fajos de billetes en un bolsillo de un saco viejo que colgaba de la pared de su habitación. Por seguridad, días antes había hecho poner cerradura a ese cuarto. ‘Gasté sólo 3.000 pesos para pagar unas cuentas. Toda la otra plata pensaba ocuparla para colocar el gas en la casa o arreglar la vereda’, explicó Brizuela.
El jubilado nunca pensó que iban a entrar a su dormitorio. Siempre lo dejaba con llave, pero la ventana no tenía rejas. Y justamente por ahí se metieron este jueves, pasadas las 22. Brizuela junto a su esposa, Felipa Olivares, y la mujer de su nieto estaban sentados una galería del costado de la casa. Su nieto Roberto a esa hora se duchaba. Todos dicen que escucharon la rotura de un vidrio. El joven que estaba en el baño creyó que se había caído un vaso en la cocina. El jubilado y las dos mujeres pensaron que el ruido venía de afuera.
Al rato, el abuelo con su nieto fueron al dormitorio (da a la calle) y vieron que estaba todo revuelto. La ventana permanecía abierta, con el vidrio roto. Lo primero que hizo el jubilado fue buscar el saco, pero no estaba. Los 14.000 pesos habían desaparecido. La familia sospecha que los ladrones entraron sabiendo que había dinero y por eso hurgaron todo, hasta dieron vuelta el colchón. ‘Fue una batida’, especularon. Sucede que su abuelo, con la ansiedad, aparentemente contó a varias personas que iba a cobrar mucho dinero.

