Además de arrojarse al río, Leandro Videla (32) pudo ayudar a su hijastro a salir del agua, ya que logró empujarlo hacia un costado del cauce y le facilitó la tarea a otro hombre (es policía) que lo terminó de sacar. Sin embargo, no pasó lo mismo con él, ya que tras esa actitud heroica la corriente se lo llevó y varias horas después fue encontrado muerto.
A esa conclusión llegaron en la UFI Delitos Especiales que comanda el fiscal coordinador Adrián Riveros, gracias a los testionios que recolectaron de los testigos que estuvieron o fueron parte de la trágica escena.
Leandro Videla trabajaba como mozo en Leinster Bar, era padre de una nena y estaba en pareja con una mujer que tiene dos hijos, entre ellos el chico de 11 años rescatado por él.
La desesperación comenzó ante de las 18 de este domingo, cuando toda la familia pasaba la tarde en una parte del río cercana a la calle Las Moras, Ullum. Según fuentes judiciales, el hijastro mayor de Leandro jugaba con una lata cuando de un momento a otro cayó al agua cuando quiso sacar su "juguete".
El padrastro no lo dudó: se sacó las zapatillas y se tiró para sacarlo. En la Policía habían informado en primer instancia que el niño había salido por sus propios medios, pero ahora desde la Justicia confirmaron que la pareja de su madre fue quien permitió el rescate, ya que lo empujó hacia la orilla y allí el policía logró alcanzarlo para sacarlo.
Leandro intentó también salir pero no pudo, porque la corriente lo arrastró y no tuvo fuerzas para salvarse. Policías (incluso del GERAS), bomberos, personal de Protección Civil y civiles colaboraron con la búsqueda, que se extendió hasta las 2 de la mañana y se reinició a primera hora de este lunes. La peor noticia fue confirmada aproximadamente a las 8.20 de la mañana, cuando Hidráulica ya había cortado el agua para facilitar la búsqueda. El cuerpo sin vida estaba más o menos a 1 kilómetro del lugar donde se arrojó.
La desgracia dejó un dolor enorme en el Barrio CGT de Rawson, donde vive el padre y parte de la familia del fallecido. Leandro había jugado en el equipo de futsal de ese barrio, donde lo apodaban "Roca". En el Facebook de la institución publicaron un sentido mensaje en Facebook, al igual que su pareja, Mariana Herrera.