El dueño de una empresa de Capital y un empleado de la Dirección de Tránsito y Transporte pidieron al juez de Instrucción Pablo Flores, que los exima de ir a prisión en caso de considerar que ambos deben ser indagados por estafa contra un grupo de remiseros que los denunciaron por venderles licencias de conducir truchas y seguros falsos para circular, dijeron fuentes policiales.

El caso complica a un empresario de apellido Masud que tiene oficinas con sede en calle Aberastain, Capital, y a un empleado público de apellido Páez, precisaron las fuentes.

Ambos quedaron implicados luego de que cuatro remiseros los denunciaran en la sección Defraudaciones y Estafas de la Brigada de Investigaciones, por una particular maniobra en la que -dijeron- fueron perjudicados en varios miles de pesos.

¿Qué denunciaron? según voceros del caso, aseguraron que llegaron hasta Masud y firmaron un contrato por el cual acordaban pagar, diariamente y durante 3 años, unos $250 por la compra de un vehículo, $15 por el seguro y $35 por la licencia para circular como remís.

Así, algunos pagaron durante 6 meses y otros 1 año -dijeron- hasta que supieron que los números de las fotocopias de las licencias que tenían pertenecían a otros autos. Cuando reclamaron las originales, el dueño de la empresa habría dado la orden de que devolvieran las fotocopias, cosa que hicieron algunos pero no otros; con esa prueba denunciaron.

En el caso se habla también de que si alguno se atrasaba en el pago, el empresario dejaba el auto sin funcionamiento porque cortaba el flujo de electricidad por un sistema de GPS incorporado al vehículo. También se asegura que en algunos casos mandaba a “ciertas personas” a quitarles el auto, dijeron las fuentes.

Cada denuncia y toda la prueba documental recolectada en la investigación será analizada ahora por las autoridades del juzgado y de la fiscalía a cargo de María Teresa Ravetti de Ramet. Allí se evaluará si los denunciados deben o no ser indagados.