Hubo mucho riesgo en el bar ‘Arrogante’. Porque lo abrieron dos jóvenes que no tenían trabajo, porque les costó conseguir un préstamo de un banco para comprar una notebook, una netbook y un proyector, los aparatos claves que sirven para darle un toque distinto a ese local nocturno. Porque uno de ellos hasta vendió su costosa bicicleta para apostar al comercio. Porque inauguraron el 15 de diciembre, pero dos semanas después cerraron para tramitar las habilitaciones de rigor, y hubo que esperar un mes (con pago de alquiler incluido) para ponerse al día y recién reabrir. Pero justo cuando todo parecía encaminarse, ocurrió lo más lamentable: un robo, y grave. Por la violencia de ese atacante armado (encañonó y pateó a uno de los dueños) y porque con su maniobra arrasó con el alma del comercio: las computadoras, el proyector y unos 300 pesos.
El hecho ocurrió alrededor de las 23 del jueves en Mendoza 3.752 Sur (casi Gobernador Castro), en Rawson, justo el día que Cristian Castañares (26) y su socio Lucas Racca (30) consiguieron la habilitación de Bomberos.
Según Castañares, ambos estaban detrás de la barra cuando entró un sujeto armado que le dio dos patadas cuando estaba agachado, le apuntó, se llevó las computadoras, unos $300 y arrancó el proyector, para luego huir con un cómplice en moto. ‘Fue muy rápido y para mí fue el cuarto robo a mano armada que sufro. Lo más grave es que esto nos dejó al borde de la quiebra, porque tenemos que pagar el alquiler, el préstamo al banco y no nos quedó ni siquiera música para poner, es un bajón muy grande’, dijo Castañares.
‘Somos laburantes y esto nos hace pedazos. Pero vamos a tener que seguir porque tenemos deudas que enfrentar y no tenemos otra forma de conseguir recursos’, aseguró Lucas Racca.