Tulio Mario Cares (47) se las arreglaba para hacer de todo. Por eso, lo llamaban para hacer changas en los campos de la Patagonia. El lunes fue al establecimiento El Álamo, en Ricardo Rojas, una localidad ubicada a unos 350 kilómetros de Comodoro Rivadavia (Chubut), adonde lo mataron de 13 puñaladas cuando quiso evitar que sacrificaran un perro.
El asesino fue identificado como Alexis Cuyapel (27). Tras el homicidio, huyó a caballo, pero lo encontraron horas más tarde. "Este pibe tenía antecedentes: había apuñalado al padrastro, al hermano y a otra persona más, pero ninguno había muerto", le contó a Clarín la única hija de la víctima, Erica Cares (20).
Los peones habían trabajado con unas ovejas. Según fuentes policiales y judiciales, Cayupil se enojó porque uno de sus cuatro perros, el más cachorro, "había desobedecido sus órdenes" cuando quiso irse del lugar. Entonces "se bajó del caballo y volvió al lugar con una soga para sacrificarlo en el corral", indicaron.
Cares, nacido en Aldea Beleiro y radicado en Ricardo Rojas, salió en defensa del animal, para evitar que lo matara, pero el joven sacó un cuchillo y comenzó a apuñalarlo. Eran cerca de las cinco de la tarde y todo ocurrió frente a un testigo que presenció toda la secuencia.
Tras recibir los primeros puntazos, la víctima intentó refugiarse detrás de la puerta de una pequeña despensa que hay en el lugar, pero fue seguido hasta allí por su agresor, quien continuó atacándolo.
Si bien la autopsia estaba prevista para este miércoles, el comisario comodorense Javier Loyola le dijo a Clarín que "se constató que efectivamente había recibido 13 puñaladas".
Tras el hecho, Cayupil se subió a un caballo y se alejó del lugar amparado por las sombras de la noche. El dueño del campo cabalgó varias horas hasta llegar a la comisaría de Ricardo Rojas y dar aviso a la Policía. También a una enfermera del puesto sanitario que se encuentra en el lugar. Pero cuando llegaron al establecimiento, Carel ya estaba sin vida.
Al sospechoso lo encontraron en las primeras horas de este miércoles, refugiado en un parador abandonado en medio de la extensa meseta patagónica, en Cerro Escondido. Fue detenido y llevado a Ricardo Rojas, desde donde sería trasladado a Comodoro Rivadavia.
"Hasta ahora no se comprobó que los protagonistas del trágico hecho hayan ingerido alcohol o alguna otra sustancia. Lo que si llamó la atención fue el ensañamiento con el que la víctima fue atacada", indicó el comisario Loyola.
La investigación quedó a cargo de la fiscal Rita Barrionuevo y del juez Martín Cosmaro. El perro, según se supo, se salvó.