Una pareja y sus 6 hijos atraviesan una dramática situación, porque no sólo les robaron algunas cosas como mercadería y un caballo, sino que además les quemaron por completo el precario rancho que habitaban en Angaco.
Todo ocurrió sobre las 21.30 del viernes, cuando María Belén González (34), su marido Antonio Segundo Herrera (47) y sus chicos (14, 12, 10, 8, 6 y 4 años) no se encontraban en la vivienda, situada en el callejón Plumerillo, unos 600 metros al Este de Nacional. La pareja trabaja en la cosecha y habían salido a cobrar cuando unos vecinos les llamaron para avisarles que su casa estaba en llamas.
El fuego destruyó todo lo que había en los dos dormitorios, la cocina y el comedor. También consumió el techo, que al igual que las paredes era de cañas con barro y nylon. "Estamos con lo puesto, en la noche hemos dormido en el auto y los niños con una vecina", dijo González, muy angustiada.
Los atacantes además escaparon con un caballo color negro que estaba hacia el fondo del hogar, atado a una mora. Y también robaron dos bolsas de harina, tres de cemento y dos bolsones de azúcar. El botín no fue mayor debido a que por alguna razón no pudieron acarrear un horno eléctrico, un TV y dos parlantes que abandonaron entre unos cañaverales cercanos. Eso paradójicamente se terminó salvando, porque todo lo que había en el interior quedó reducido a chatarra, como las camas, la cocina, los colchones, la heladera, el lavarropas, entre otras cosas de alto valor para las víctimas, que -dijeron- día a día hacen un esfuerzo descomunal para que no falte el pan en la mesa.
La denuncia fue radicada en la seccional 20ma. Todo indica que los atacantes violentaron la puerta de ingreso, que no apareció por ningún lado, y que luego dieron rienda al fuego. ¿Sospechas? Según la mujer, hace unos dos meses, un familiar de González amenazó a su esposo con "prender fuego el rancho con los niños adentro" luego de un entredicho que los distanció.
"Este pedazo nos lo dio mi tío y hace 5 años nosotros mismos cortamos cañas y levantamos el rancho. Por eso ver esto me parte", cerró la señora.