Desde que ocurrió la terrible muerte de Néstor Daniel Morales (53), personal especializado de la Policía Ecológica, en conjunto con otras brigadas como el GERAS, no ha dejado de buscar a la jauría asesina que acabó con la vida de ese trabajador. Y en las últimas horas ese operativo tuvo novedades, porque fue capturada una perra que formaría parte del grupo de más de 10 animales que atacó a ese empleado del Parque de Tecnologías Ambientales.
Este diario accedió a detalles de la perra, una hembra mestiza con cara y patas color marrón que fue catalogada por especialistas como "totalmente silvestre". Su tamaño es mediano a grande. Tiene una altura aproximada a un labrador adulto, pero es más delgada que como suelen los canes de esa raza.
Su hocico es puntudo, como comúnmente lo tienen los perros mestizos. Y lo que más impresionó a los especialistas que tomaron contacto con la perra es el tamaño de sus patas y particularmente su anchura. Esto -señalaron- es un indicador de su adaptación a la montaña, desarrollando patas similares a las de los pumas, en teoría, para moverse entre los montes de esa zona descampada. "Eso da cuenta de que es totalmente silvestre", indicó una fuente cercana a la investigacón.
El animal fue llevado a un veterinario y le iban a hacer varios análisis para incluirlos en la causa. A simple vista no tenía sangre en su pelaje ni otro indicador similar, pero algunos compañeros de trabajo de Morales la identificaron como uno de los canes que participó en el ataque.
Otra característica aportada por las fuentes indica que la perra "no está mal comida". Además, por el momento no ha demostrado ser agresiva, pero eso tiene que ver con que se encuentra en otro ambiente al que no está adaptada y posiblemente eso la mantiene con actitud apacible, explicaron.
Por el momento el caso no tiene ningún imputado. La investigación está al mando del fiscal coordinador de la UFI Delitos Especiales Iván Grassi.