"Disculpame, pero no quiero hablar con periodistas", respondió a la consulta de este diario. El cabo Martín Peñaloza no disimulaba su enojo. A su lado, el agente Marcos Adrián Diez lloraba abrazado a un familiar. La escena ocurrió ayer en el ingreso a Tribunales, luego de que ambos efectivos escucharan del juez Diego Sánz, la novedad que no hubieran querido nunca: la condena de ambos a 1 año de prisión sin encierro efectivo y 2 de inhabilitación para ejercer cargos públicos, por el delito de apremios ilegales contra un detenido, tal como lo había pedido el fiscal de la UFI de Delitos Especiales Renato Roca.
Fiscalía había acusado al exmiembro de la Motorizada de Angaco (Diez) y al excalabocero de la seccional 20ma. (Peñaloza) porque consideró probado que la madrugada del 1 de mayo pasado, atacaron a golpes a Lucas Adrián Cuello Martín (30) hasta provocarle más de una decena de lesiones, incluida una "hemorragia conjuntival" en sus ojos que obligaron a atenderlo en un hospital. El sujeto, se le atribuyó violar las normas sanitarias por circular fuera de hora el pasado 1 de mayo (estaba en la plaza de Angaco) y tenía un pedido de captura por desobedecer una orden judicial de no acercarse a su ex. Actualmente está preso.
Los defensores Federico Sánchez y Horacio Merino habían pedido la absolución de sus clientes, apoyándose en la versión de ambos uniformados de que el detenido estaba muy alterado y se autoagredió contra la pared y el piso del calabozo, al tiempo de decirles que les iba a "cag… la vida". En los alegatos, trataron al denunciante de "mentiroso".
El fallo no está firme y ahora la defensa puede intentar revertirlo ante la Corte de Justicia.