
Un crimen aberrante se produjo en la ciudad de San Miguel de Tucumán. Un hombre, que estaba preso desde hace un año y medio por un femicidio, asesinó a su actual pareja cuando ésta lo fue a visitar a la cárcel y luego se suicidó.
El crimen ocurrió el miércoles, cerca de las 18, en el penal del barrio de Villa Urquiza. Henry Coronado, un hombre de nacionalidad boliviana que estaba preso desde abril del 2015 por el asesinato de otra mujer, recibió la visita de su pareja, Elizabeth Aguirre, quien acudió al centro penitenciario junto a los hijos de ambos, de 14 y 6 años.
Luego de que la familia pasara unos minutos reunida, el matrimonio acudió a una zona destinada a los encuentros íntimos. Cuando finalizó el tiempo permitido de esas visitas especiales, los guardiacárceles realizaron el llamado de atención para que cada pareja se apostara en la puerta de la celda. Sin embargo, al no presentarse ninguno de los dos, efectivos policiales se acercaron al lugar y se encontraron con el escenario dantesco.
La mujer estaba muerta sobre la cama y el hombre, ahorcado por una sábana, junto a una ventana. Según las primeras pericias, se estima que Coronado ahorcó a Aguirre con sus propias manos y luego se suicidó al colgar la sábana en la ventana.
La historia violenta de Henry Coronado tiene un capítulo anterior igualmente horroroso. El sujeto se encontraba preso por haber matado en marzo de 2015 nada menos que a su amante, llamada Leydi Meneses.
El 1º de marzo de 2015, Meneses había salido por la tarde con Coronado. Al no regresar a su casa, los familiares hicieron la denuncia por su desaparición. El cuerpo fue encontrado en una ruta dentro del auto que manejaba Coronado con un golpe mortal en la cabeza, en la parte de la nuca, y tenía heridas cortantes en la cara.
Durante esa época, Coronado estaba casado con Aguirre y llevaba una relación extramatrimonial de meses con Meneses.
