Los pómulos hinchados, la nariz inflamada y con costras, producto de la fractura que sufrió cuando cayó al piso y dio con su cara en la tierra. Y con bronca, mucha bronca. Así estaba ayer Norma Villegas, una mujer de 46 años, madre de 7 hijas y el único pilar económico que sostiene su casa en el Lote Hogar 34, Rivadavia. La noche del sábado, dos ladrones abordaron a la mujer en un descampado que separa su casa del Bº Jardín La Bebida, cuando pedaleaba por ese terreno para cortar camino hacia su trabajo. Los sujetos la revisaron y le llevaron el bolso donde tenía una tarjeta con la que ayer pensaba cobrar los 900 pesos de una beca escolar de una de sus hijas. Desesperada, la mujer persiguió a los malvivientes tratando de recuperar sus cosas. Pero no pudo. Para colmo, cuando mandó a un vecino a buscar su bicicleta, el rodado había desaparecido, contó la víctima.
"Los ladrones son chicos de la zona. A mi es la segunda vez que me roban y a los vecinos se han cansado de robarles en ese descampado’, disparó indignada Villegas. El sábado a las 20, la mujer enfiló en su bicicleta por el baldío hacia la casa donde cuida a la madre de una funcionaria. Pero a los pocos metros, los ladrones la tomaron por detrás y la tiraron al piso, lastimándola. Después agarraron lo que pudieron y huyeron, mientras la víctima los perseguía ensangrentada, comentó la mujer.
"Encima que me robaron el bolso, cuando mandé a buscar la bicicleta ya no estaba. Tienen que hacer algo urgente, así no se puede vivir más. Tenemos mucho miedo, porque por ahí pasan muchos chicos a la escuela y les puede pasar algo", dijo Villegas.

