’Esto me pasó por apurón, porque ni siquiera tenía la membrana nueva. Me puse con el soplete a arreglar una parte de la membrana vieja que se había levantado y con el calor se formó una burbuja y explotó. Las llamas agarraron las maderas y cuando traté de hacer algo fue inútil’. Adrián Castro (41, es operario en una bodega) resumía así el percance que tuvo ayer cuando trataba de arreglar su vivienda en Chimbas y sin querer desencadenó un incendio. El fuego se propagó por un sector de su casa que estaba construido con machimbre y luego por los dormitorios. Tres camas, placares, otros muebles, un termotanque, un horno eléctrico, un microondas, 3 televisores, 2 aires acondicionados, un lavarropas, varios aparatos más, toda la ropa y hasta el perro de la familia, fueron alcanzados por las llamas, dijo el damnificado.
El siniestro ocurrió ayer a las 9 en la casa que habita Castro con su mujer y una hija en el lote 24 del Loteo Los Olivos, Chimbas. El hombre relató que las mujeres se habían ido a pasear a lo de un pariente y él aprovechó para arreglar una esquina de la membrana que había colocado el verano pasado.
El operario subió al techo y con un soplete se puso a trabajar sobre la cocina. Ese sector, al igual que el living comedor, estaban construidos con machimbre. En cambio, los dormitorios están hechos con material, agregó.
‘Mi idea era arreglar esa parte para dejarla lista para ponerle la membrana nueva’, señaló Castro. Pero nada de eso pasó. El hombre calentó demasiado la zona y en la membrana se formó una burbuja. Al explotar, las llamas alcanzaron un parante de madera y Castro se bajó rápidamente para intentar sofocarlas antes que llegaran a las paredes de machimbre. ‘Me puse con la manguera a echarle agua, pero no pude hacer mucho porque apenas salía un chorrito. Fue todo muy rápido’, se lamentó el damnificado.
A todo esto, mientras el operario combatía como podía el incendio, su mascota entró a la vivienda, se metió debajo de una cama y se asfixió. Al rato, dos dotaciones de los bomberos Voluntarios de Chimbas y del Cuartel Central de la Policía llegaron a la escena, pero poco pudieron contra el siniestro.
‘Nunca me había pasado una cosa así. Se me quemó todo, no nos quedó nada. Televisores, camas, la ropa, documentación, hasta el perro. Nos quedamos con lo puesto’, explicó Castro, dolido.

