Daiana Vargas (20) mató a Bárbara Galleguillo (29) de tres tiros con una pistola 11.25. Y su ex Rubén Darío Corso (26) fue su cómplice (partícipe secundario) por pasarle el arma para cometer el crimen de esa mujer, madre de tres chicos, que tres días antes había salido de la cárcel y había llegado a comprarles drogas. Según fuentes judiciales, para la juez Silvia Peña Sansó de Ruiz (Sala I, Cámara Penal) los imputados protagonizaron esos hechos aquella tarde del 14 de septiembre de 2014 en el barrio San Ramón (barriada conocida como ‘Cueva del Chancho’). Y por eso ayer condenó a esa joven madre de dos nenas, a cumplir 13 años de cárcel
A Corso (cuya familia es conocida como ‘Los Angelitos’) le impuso 10 años de pena. Y así este joven sumó su tercera condena, pues ya registraba una de 3 años y 5 meses por tentativa de robo a una sede de telefonía. Y otra de 1 año de cárcel por golpear con un arma (sería la misma del crimen) a Vargas, su ex ahora también condenada.
El fallo de la magistrada representó una adhesión al planteo del fiscal Gustavo Enrique Manini (había pedido 15 años para ambos) con una diferencia: para el fiscal Corso había tenido una participación principal en el hecho.
La decisión no dejó conformes a los defensores. Carlos Daniel Rivadeo y Jorge Luis Videla (defensores de Corso) anticiparon que pedirán la revisión del fallo ante la Corte. En sus alegatos, había sostenido que su cliente no tuvo ninguna vinculación con el hecho.
La defensora oficial Mónica Sefair también dijo que reclamará ante el máximo tribunal de justicia provincial, pues a su entender, quien mató a Galleguillo fue Corso. Y fue este sujeto -argumentó- quien obligó a su ex a hacerse cargo de ese crimen, pues siempre la había sometido a su personalidad agresiva, al punto de que registra una condena por golpearla.
En su alegato, la defensora apoyó la última versión de Vargas de esa vez, Corso mató, luego le dio un tiro a Vargas en el costado del abdomen y la obligó a disparar al aire para que quedaran restos de pólvora en sus manos.