Una semana de conversaciones por Facebook en las que la futura amante prometía desplegar toda su artillería de conocimientos sexuales. Y los contactos por la web y por teléfono para consumar una relación de alto voltaje erótico, precipitaron sin embargo un final inesperado ayer en la tarde para ese chico de 15 años y esa madre separada de 44, cuando se encontraron por primera vez para conocerse personalmente. Minutos después de las 20 de ayer, policías de la Seccional 26ta al mando del subcomisario Diego Rocha sorprendieron a la extraña pareja en el interior del barrio Santo Domingo, Chimbas, donde ella había llegado a buscar a una hija que practica deportes. Y apenas dejaron que cruzaran una palabras: a ella se la llevaron presa sospechada de corromper al menor, porque cuando les llegó el dato de sus contactos vía electrónica, lograron que el juez Guillermo Adárvez los autorizara a intervenir los diálogos por la web y así, a lo largo de una semana, transcribieron unas 300 páginas que ahora complican seriamente a la mujer, dijeron fuentes policiales.

¿Por qué sospechar de la corrupción del menor si no consumaron ninguna relación física? el subcomisario Rocha lo explica: ‘Aunque eso es un punto a determinar por el señor juez, sospechamos que existe una corrupción de menores porque es un delito de peligro, no de resultado. Con esto quiero decir que la detenida consumó a través de sus diálogos por internet conductas tendientes a corromper el sano sentido del sexo en el menor’, dijo Rocha.

Fue justamente por ese seguimiento intensivo de los diálogos por la web con apoyo de la División Técnica de Comunicaciones de la Policía, que los policías evitaron el contacto físico. Ayer, y ya enterados de que se encontrarían, siguieron al menor durante todo el día hasta que lo descubrieron con la mujer que prometía ser su maestra sexual.