Tres policías y dos operadores del 911 de Salta, quedaron imputados por un crimen que, si hubieran actuado como manda la ley, se habría evitado. El 28 de abril pasado, la Rosa del Milagro Sulca (48) llamó para avisar que la mataban pero otra voz de mujer se interpuso y no le creyeron. Unas 15 horas después fue hallada muerta de 17 puñaladas. Los imputados son el operador Pablo Ezequiel Bisón Enríquez; su supervisor, Marcelo Rubén Tintilay Cordeyro; el despachante policial Héctor Roberto Herrera; el jefe de Despacho de Emergencias Policiales, Gustavo González; y el supervisor de Despacho, Normando Domingo Corbera.