’Esa mujer, si es que se le puede llamar así, es una mugre. Nunca trató bien a mis hijos. Siempre los ignoró y hasta hace un año los maltrataba. Queremos que se haga justicia, que esto no quede como un caso más’. La frase la dijo ayer indignada la madre del chico de 13 años que habría sido abusado por la pareja de su papá, una agente de la Policía provincial que el domingo cayó presa por el caso. En una entrevista con DIARIO DE CUYO, la mamá habló de los cambios de actitud de la sospechosa, de cómo lo ‘seducía’ y del abuso.
Según la mujer, ella tuvo a su hijo y una nena de 10 años con su ex. Desde hace 9 años están separados y hace 7 el hombre convive con la sospechosa, con quien tuvo una nena. ‘Ella no me caía bien porque maltrataba a mis hijos. Les tiraba las orejas o cosas así. De todos modos, ellos decidían cuando ir a la casa de su papá porque son grandecitos. Ella decía que le habían quitado el arma por una hernia de disco, pero creo que fue por problemas psicológicos’, agregó.
En mayo -dijo- hubo un cambio de actitud por parte de la agente. ‘Mi hijo se llevó varias materias, hablé con su padre y le expliqué que no me hacía caso cuando lo mandaba a estudiar. Ahí fue cuando ella se ofreció a hacerle los resúmenes para que rinda. Me sorprendió muchísimo’, dijo la madre. Si el menor aprobaba, de premio la agente le prometió que lo llevaría al cine junto a su padre. El chico rindió bien, pero la salida fue distinta. ‘En realidad fue ella y mi hijo, solos. Ahí empecé a prestarle atención a ella. Más aún cuando mi hija me contó lo que pasó en casa de su papá. Una noche él se quedó dormido en su pieza con mi nena y ella se encerró en otra habitación con mi hijo, a ver una película’, agregó la madre. Después, el chico empezó a recibir regalos como ropa o plata e incluso la policía empezó a llevarlo al colegio y a mandarle mensajes de texto. ‘Eso nunca lo hizo. Lo estaba seduciendo. Hace unos días pasó lo del abuso y nos enteramos porque mi hijo se lo contó a sus primos. Una prima lo grabó con su celular, se lo mostró a sus tías (paternas), lo enfrentaron y él contó todo. Mi ex al principio le creyó a ella y cuando fuimos a denunciarla, se hacía la loca’, dijo la madre. Y agregó: ‘nunca pensé que la justicia era así. No puedo ponerle psicóloga a mi hijo hasta que le hagan la Cámara Gesell ni hacerle estudios. Ojalá no le haya contagiado nada’.

