Un joven fue perseguido y asesinado de un tiro en el cuello por dos hermanos, porque supuestamente había intentado asaltarlos. Pero el caso es polémico y en la Justicia, por ahora, entienden que las cosas pudieron habérseles ido de las manos a esos familiares, que están presos acusados de homicidio simple agravado por el uso de un arma de fuego.
El caso en cuestión es el que terminó con la vida de Lautaro González (23). Ocurrió el domingo frente a una vivienda en calle 118, entre 15 y 16, de Berazategui, Sur del Gran Buenos Aires. Los acusados aseguran que González quiso asaltarlos cuando estaban en un vehículo.
Ayer, una hija y sobrina de los dos acusados, Walter y René Acevedo, aseguró que se trató de un caso de "legítima defensa", y pidió que no tomen represalias contra la familias de los sospechosos.
Un amigo del fallecido, en cambio, aseguró que en realidad los imputados "lo corrieron para robarle" y que "lo mataron a sangre fría".
Según fuentes del caso, en principio quedó descartado que los Acevedo y González hayan estado en la misma fiesta de cumpleaños la noche del sábado. También dijeron que el joven fallecido tenía causas por delitos menores.
Los peritos secuestraron en la escena del crimen una vaina 9 milímetros y en el interior del vehículo de uno de los sospechosos hallaron una pistola del mismo calibre, por lo que todo indica que esa fue el arma utilizada, dijeron los informantes.
La fiscalía aguardaba ayer los resultados de otros peritajes para intentar determinar si los hermanos detenidos actuaron bajo emoción violenta o si, tal vez, cometieron un exceso en su legítima defensa.