El primer susto fue a las 5, cuando despertaron y vieron que el televisor estaba ardiendo en la cocina por un cortocircuito en un enchufe. Patricia y Alberto apagaron el fuego de inmediato, cortaron la corriente en la casa y, creyendo que ya había pasado todo, se acostaron de nuevo a dormir. Ese alivio les duraría poco ayer en la madrugada. Dos horas después, como si fuera una pesadilla, abrieron los ojos y se encontraron con la casa llena de humo. El fuego había regresado, pero con más fuerza. Esta vez nada pudieron hacer, más que escapar con sus cuatro hijos a la calle. Las llamas destruyeron por completo tres dependencias de la casa, que encima era prestada, y también alcanzaron a un viejo colectivo que utilizaban para la cosecha.
Ese segundo incendio se desató a las 7 de la mañana. Alberto Podetti junto a mujer Patricia Cabrera y sus hijos -de entre 7 meses y 11 años- se pusieron a salvo, pero perdieron prácticamente todo en esa casa que le prestaban en la calle Doncel, a metros de Diagonal San Martín, en 9 de Julio. Aparentemente, no apagaron del todo el fuego en el televisor. Las llamas llegaron al machimbre y se propagaron por el techo. Perdieron los muebles y artefactos que tenían en la cocina, en el comedor y un dormitorio (la familia dormía en otra habitación), además de una moto 110cc. que habían comprado hace 4 meses y una hormigonera. Las grandes llamaradas también alcanzaron a un viejo colectivo Mercedes Benz que estaba al lado de la vivienda, consumiendo los asientos y otras cosas del interior. Lo que más lamentaba Patricia es que la casa era prestada. La tenían que devolver a fin de año. "No sé que va a pasar ahora, ni siquiera tenemos dónde ir". El único sostén es Podetti, que cobra por día como chofer de un camión recolector de basura.

