La fiscal de Cámara Penal Leticia Ferrón de Rago, pidió ayer prisión perpetua para Sergio Ezequiel Mereles Barrionuevo (26) porque no tiene dudas de que la madrugada del 19 de noviembre de 2016, violó a su pequeña sobrina Zoe Aballay (4) y la asfixió hasta morir cuando le tapó la boca para que la nena no gritara. Al cabo de su alegato, la representante del Ministerio Público solicitó además que la madre del acusado, Marcela Barrionuevo (47) sea castigada con 3 años de prisión de cumplimiento efectivo por coaccionar a la madre de la nena, su propia hija, cuando le confesó que su hermano había violado a la nena pero que no dijera nada porque la iba a matar a ella, a su otra nena y también a su pareja. También le pidió al juez Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II, Cámara Penal) que ordene investigar si esta mujer, por ahora excarcelada, tuvo alguna participación en los aberrantes hechos ocurridos aquella madrugada en su casa del Lote Hogar 59, en Chimbas.
Alejandro Martín García (defensor oficial que representó como querellante a la mamá de la víctima) adhirió a los argumentos y el planteo de la fiscal, quien había calificado los delitos contra Mereles como abuso sexual con acceso carnal triplemente agravado, por haber sido cometido contra una menor de 18 años, por la situación de convivencia que aprovechó para atacar sexualmente a la nena y porque el ultraje sexual derivó en la muerte de la víctima.
María Noriega, defensora de ambos imputados, reclamó que ambos sean absueltos por el beneficio de la duda, pues a su entender no quedó acreditado que el joven hubiera violado y matado a la nena y tampoco que su mamá amenazara de muerte a la madre de la nena para que no denuncie ni delate a su hijo Sergio.
El día previo al crimen, Elena Mereles había decidido salir a bailar y para eso le pidió a su mamá Marcela Barrionuevo que le cuidara a sus dos hijas. Se supone que por un momento, las niñas quedaron al cuidado de su abuela hasta que esta también salió a bailar. En la casa quedaron Sergio, su hermano Fernando que había llegado algo mareado por fumar marihuana y una hermana adolescente de ambos.
La hipótesis es que cuando todos dormían, Sergio llevó a su sobrina hasta su habitación y allí la violó y la mató. Cuando volvió, la madre del joven simuló que la niña estaba mal y pidió ayuda para ir al hospital, donde contó que la niña se había descompuesto por algo que había comido. Pero los médicos se dieron cuenta en el acto que la criatura había fallecido por lo menos dos horas antes.
Reclamo de Mereles
Al cabo de los alegatos, ayer, Sergio Mereles le pidió al juez que resolverá si le aplicará o no la pena máxima, que ordene su traslado desde el "pabellón de castigo" donde está desde hace tres días, "con la misma ropa", y que lo devuelvan al pabellón 10 donde estaba alojado, porque en realidad cuando solicitó protección no fue por sus compañeros de encierro sino por un problema de agresión de otros reos en el traslado hasta tribunales.