Plata y drogas a cambio de un crimen por semana. Esa macabra promesa a San la Muerte habría grabado en un celular y habría llevado a la práctica un joven de 22 años, que la policía apresó por su presunta vinculación al crimen del estudiante Rodrigo Ezcurra, ocurrido el 11 de abril último en el Bajo Flores porteño. Los investigadores buscaban ayer ese teléfono, que ahora es clara para esclarecer otros casos pues no descartan que el sospechoso, Marcelo Alejandro "El Marcelito" Antelo, pudo matar a otras cuatro personas a cambio de la concesión de esos favores.

Por el momento, "El Marcelito" Antelo, quedó imputado por el homicidio de Ezcurra. Los investigadores están convencidos, en base a declaraciones de testigos, que Antelo está involucrado en otros cuatro hechos violentos que se produjeron este año, todos ellos en la misma zona del Bajo Flores.

"En todos los casos, los testigos mencionaban a un muchacho apodado "Marcelito" como autor. Ese fue el principio de la pesquisa en el mes de febrero", dijo a Télam un investigador de la División Homicidios de la Federal a cargo del caso.

Los policías se sorprendieron cuando los testigos coincidieron en que "Marcelito" decía que había hecho una promesa con San La Muerte, una imagen mística venerada especialmente por delincuentes, a quien pedía dinero y drogas a cambio de matar a una persona por semana.

"No se trata de un "asesino serial tradicional porque no sigue un patrón de crímenes. En este caso, los homicidios fueron todos distintos, las víctimas tenían edades distintas, nunca dejó mensajes ni fueron cometidos con la misma arma", explicó un jefe policial que participó de la pesquisa.

Si bien existía una orden de captura desde la semana pasada y los detectives de Homicidios habían realizado varios procedimientos para hallarlo, Antelo fue detenido circunstancialmente cuando caminaba por una calle del Bajo Flores por un agente de la comisaría 38a.

Al policía le pareció que el muchacho caminaba de manera sospechosa por Bonorino y Oceanía y, al ser revisado, se le encontró una pistola calibre 9 milímetros que había sido robada en marzo pasado a un efectivo que presta servicios en la comisaría 36a.y tres cargadores completos.

Luego fue llevado a la comisaría y allí se determinó que tenía la orden de captura por el crimen de Ezcurra, cuyo cadáver apareció con un balazo en el pecho.

Ayer se supo que la fiscal Estela Andrades pedirá la detención formal de este joven por el crimen de Santos Vargas (28). Y pedirá la acumulación en un expediente de otras causas por homicidios, como el de Maximiliano Villa (27), el 22 de julio; los de Pablo Zanuik (26) y Marcelo Cabrera (28), el 15 de agosto pasado, precisamente el día en que se conmemora el día de San la Muerte en Corrientes. En contra de Antelo, pesan los frustrados ataques a balazos que sufrieron otras cuatro personas sin motivos aparentes.