Eran alrededor de las 3,30 de ayer y la escena parecía una más de las que se repiten en una sede policial apostada en medio de barriadas conflictivas, como la Subcomisaría del barrio Ansilta, en Rawson. Según la Policía, a esa hora llegó un sujeto con el brazo derecho ensangrentado, a pedir ayuda para su familia pues temía que los cuatro rivales con los que se había peleado tomaran represalias. El asunto dejó de ser cotidiano cuando la policía que estaba de guardia, le dijo que ya iría la patrulla que estaba en la calle. Entonces el sujeto se alteró, exigió que fuera ella, sí o sí, la que se acercara a su casa. Y cuando la mujer quiso explicar que no podía dejar su puesto de trabajo, el sujeto intentó robarle una escopeta Itaka, dijeron fuentes policiales.

Ayer hubo al menos dos versiones sobre el confuso episodio. En una de ellas se mencionó que el hombre sólo dijo que le robaría el arma. La otra aludía a una situación no tan sencilla, en la que el sujeto le exhibió un cuchillo a la policía, amenazándola.

Al final -dijeron- ese sospechoso identificado como Esteban González, se fue hasta su casa en el barrio Ansilta, pero antes de llegar fue apresado por un policía de la Unidad Operativa Ansilta y un compañero de la guardia atacada.

Instantes después, González pasaba a quedar acusado de tentativa de robo agravado.

El polémico y poco frecuente problema no quedó ahí. El supuesto atacante de González, identificado como Emanuel Romero, también fue detenido, sospechado de agredir con un cuchillo a ese alterado sujeto que intentó cometer un robo en la propia Policía.

Romero quedó preso porque González aseguró que a la hora que fue a pedir ayuda, su atacante se presentó con otros tres sujetos más a pedirle plata para comprar vino. Y no toleró un no como respuesta, indicaron voceros policiales.