Buenos Aires, 7 de diciembre.- Un tribunal oral condenó a prisión
perpetua a un remisero acusado de asesinar a su esposa
embarazada, pese a que el cadáver de la víctima nunca apareció.
Los jueces argumentaron la condena en que, pese a la falta de
la principal prueba del delito, existen antecedentes de condenas
por homicidio sin que fuera hallado el cadáver, por ejemplo en
casos de desaparición forzada de personas durante la última
dictadura.
El singular fallo fue dictado por el tribunal oral número uno,
integrado por los jueces Martín Vázquez Acuña, Luis Salas y
Alberto Huarte Petite, quienes condenaron al remisero Diego Estanislao Hervatín, de 36 años.
Según el fallo, de casi 200 páginas, Hervatín habría asesinado
a su esposa, Stella Maris Pugliese, de un disparo en la cara el 5
de mayo de 2007 en el baño de la casa que ambos compartían.
Por el caso también fue acusada de encubrimiento la amante del
remisero, pero resultó absuelta en el juicio oral.
El fallo está plagado de aseveraciones en tono potencial:
Hervatín habría matado a su esposa "presumiblemente de un disparo de arma de fuego", "probablemente ello tuvo lugar en el baño del inmueble", "probablemente habría procedido a quemar en la parrilla ubicada en la terraza de la propiedad, algunas prendas de vestir" y ocultó el cadáver "de tal manera que no pudo ser encontrado".
El crimen habría sido cometido "mediante un mecanismo que no
ha podido ser determinado", reconocieron los jueces.
Tras citar casos de desaparición de personas, los jueces
concluyeron que "el cadáver no es el único elemento del cuerpo
del delito en el homicidio sino, que constituye uno de los tantos
medios de comprobación del hecho".
Para la condena fue determinante el relato de la amante del
remisero, quien narró a los jueces que el hombre le contó que
había matado a su esposa e incluso le mostró el cadáver en la bañera.
Incluso describió haberlo visto cargado bolsas de plástico en
las que presumiblemente trasladó hacia un lugar desconocido el
cuerpo de la víctima presunta.
