Dice que no le afecta tener en su teléfono sus más lindos recuerdos con Jesse Cieslicki (37) mezclados con los más violentos y tristes de ese mismo hombre. Videos cuando él tocaba la guitarra y cantaba en inglés, con decenas de fotos en las que también figuran las de él en un expediente, desfigurado a golpes y muerto en un veredín de su casa en San Carlos, Sarmiento, donde fue ultimado el pasado 26 de marzo de 2019. Mira con dureza esas fotos, asegura que su amor por él no morirá y se le corren las lágrimas cuando lo escucha entonar "Maravillosa esta noche", dedicándosela. La escena ocurrió ayer, en una sala de Tribunales, instantes antes de que los jueces Maximiliano Blejman, Silvina Rosso de Balanza y Víctor Hugo Muñoz Carpino (Sala II, Cámara Penal) dieran a conocer lo que ella esperaba escuchar: la condena a prisión perpetua contra el "Tucumano" Alejandro Ceferino Nievas (30) y Brisa Balmaceda (21), por haber matado a golpes a Cieslicki para asegurarse el resultado y la impunidad de otro delito, el robo agravado cometido en su contra, tal como había pedido la fiscal Marcela Torres, con adhesión del abogado de la parte querellante Juan Marcos Zapata Marcone.

"La perpetua era lo que esperaba… lo que aún no puedo entender es por qué lo mataron de esa manera, por qué tanta bronca, tanto odio… Se aprovecharon de su confianza, habían trabajado en su finca con él", dice con el rostro empapado Natalia Cepeda, la mujer que Cieslicki conoció en un estudio jurídico en pleno centro y con la que convivió casi 7 años. Luego de escuchar el fallo en su contra, Brisa Balmaceda se puso a llorar. Diametralmente opuesta fue la reacción de Nievas, que se mantuvo impasible. Es más, en sus últimas palabras había insistido en que no quiso ese resultado: "Le pido perdón a él (la víctima) y a su familia. A pesar de que peleamos, mi intención no era matarlo, no era quitarle la vida", dijo Nievas. Al cabo de sus alegatos, el defensor oficial de Nievas, Marcelo Salinas, y la abogada María Noriega, habían pedido la absolución por el beneficio de la duda de sus defendidos. Y ayer anticiparon que pedirán que la Corte revise el fallo con la intención de revertirlo. Cieslicki conocía a Nievas. La noche del 25 de marzo lo invitó a su casa. Compraron bebidas, sumaron a la reunión a Brisa Balmaceda (entonces en una relación con Nievas) y a una chica de 15 años que era novia de un hermano de Balmaceda. Esa noche bebieron y se drogaron. Y Cieslicki terminó muerto, con la cabeza destrozada y el esternón quebrado de tantos golpes que le dieron con la pata de una mesa para robarle un TV y otras cosas.