Sergio Mereles (26) dijo públicamente que no hizo nada. Recibió perpetua.

 

"Yo no hice nada. No puedo arrepentirme de algo que no hice", dijo Sergio Mereles cuando volvía a los calabozos de Tribunales, tras escuchar que el juez Juan Carlos Peluc Noguera (Sala II, Cámara Penal) había adherido a los pedidos de la fiscal Leticia Ferrón de Rago y del defensor oficial que actuó como querellante, Alejandro Martín García. Ambos habían pedido perpetua para Sergio Ezequiel Mereles (26) por abuso sexual con acceso carnal contra su pequeña sobrina Zoe Aballay (4), triplemente agravado: por ser cometido contra un menor, por la situación de convivencia y por haber resultado la muerte de la criatura la madrugada del 19 de noviembre de 2016, cuando la niña y otra hermanita estaban a su cargo, pues la madre de las menores y también la abuela de las niñas, Marcela Beatriz Barrionuevo (47), habían salido a bailar.

 

Marcela Barrionuevo (47) fue condenada por coacción. Sigue libre.

Contra esta mujer también hubo condena: 3 años de cumplimiento efectivo por coacción, pues cuando supo que su hijo había violado y matado a la niña al taparle la boca para que no grite, se lo dijo a la madre la víctima pero amenazó con matarla a ella, a la otra nena y a su pareja si decía algo. Barrionuevo sigue en libertad porque el fallo aún no está firme, pero será investigada por su posible participación en el hecho.

Tras conocer el fallo, la madre de Zoe dijo que quería perpetua también para su mamá. Y que a ella y a su hermano, los "odia".