La olla se destapó el 10 de febrero de 2022. Ese día, una mujer llamó a Drogas Ilegales, sin identificarse, para ponerlos al tanto de que algunos presos, apretaban con amenazas y golpes a otros internos para que obliguen a sus familiares (sobre todo mujeres) a meter drogas cuando fueran a visitarlos a la cárcel o a depositar dinero en una cuenta de Mercado Pago. Además de dar algunos nombres, aportó tres números telefónicos que resultaron claves pues, cuatro meses después, las escuchas telefónicas les permitieron confirmar esa versión y desbaratar una organización narco que incluía a un penitenciario, a un socio del renombrado Víctor ‘Chato’ Camargo, a otro preso y su mujer, a un exproveedor del Estado condenado por abuso, a otras dos mujeres y a un remisero, al que le secuestraron 50.870 kg de marihuana distribuidos en 36 paquetes, el 16 de junio del año pasado.
Ayer, los ocho imputados admitieron ante el juez del Tribunal Oral Federal, Hugo Echegaray, haber sido parte de ese comercio agravado de drogas. Y ratificaron ante el magistrado, su decisión de cumplir penas de entre 3 y 6 años (además de multas), tal como acordaron con el fiscal Francisco Maldonado a través del defensor oficial, Esteban Chervin, y los defensores particulares César Jofré y Gustavo de la Fuente.
Según la investigación de Drogas Ilegales, Rodolfo Daniel Carrizo (42 años, alias ‘Rody’ o ‘Getón’) era el encargado de apretar a otros presos y de vender dentro de la cárcel la droga que le hacían llegar el penitenciario Jonathan Emanuel Molina (37 años, alias ‘Noni’), los parientes de otros presos y su propia pareja, Ivana Gabriela Gómez (‘La Gringa’, 41 años).
‘La Gringa’ Gómez, a su vez, se proveía de los estupefacientes por medio de Valeria Natalia Paz (alias ‘Lela’, 41 años), el exproveedor del Estado condenado por abuso, robo y tenencia ilegal de armas, José Armando ‘Chichón’ Aranda (53, por entonces con salidas) y Marisa Natalia Robledo (46 años), quien obtenía la droga a través del renombrado Cristian Omar Sánchez (42), un experimentado narco que se las ingeniaba para conseguirla y mandarla en encomiendas a San Juan, a pesar de estar preso en La Pampa. Para Sánchez, estar detenido nunca fue un obstáculo para comercializar estupefacientes, pues lo hizo cuando estuvo detenido en la cárcel de Chimbas, cuando lo trasladaron al bonaerense penal de Ezeiza junto con Camargo, y también cuando pasó a estar preso en La Pampa, desde donde ayer se conectó para prestar conformidad al acuerdo.
Según los pesquisas, Sánchez había mandado la encomienda con los 50.870 kg que le incautaron al remisero Leandro Exequiel ‘Flaco’ Oliva (33) aquel 16 de junio pasado.
Ayer, Carrizo, Sánchez, Aranda y el penitenciario Molina, manifestaron ante el juez estar dispuestos a recibir las penas más altas: 6 años de prisión y una elevada multa. La mujer del preso Carrizo (‘La Gringa’ Gómez), el remisero Oliva y Valeria Natalia Paz aceptaron cumplir 3 años y 6 meses de cárcel, más la multa. Solo Robledo tendría la pena más baja, pues acordó 3 años de castigo (tiene prisión domiciliaria, igual que Gómez), y si el juez acepta el acuerdo de juicio abreviado, no podrá imponerle una pena mayor.