Cuando la Policía llegó a esa casa de Chimbas, la nena salió a señalarles cuál era el tío que la obligaba a practicarle sexo oral, se tapó la cara de vergüenza y corrió a esconderse. El sospechoso, de 26 años, negó enseguida haberle hecho algo a esa nena que entonces tenía 6 años. Y el padre del sospechoso prometió duras represalias a su otro hijo, el papá de la nena, y también a su nuera: "van a tener problemas, seguro que ella le metió cosas en la cabeza a la niña", les dijo. Pero no sólo los dichos de la nena sirvieron para probar que no mentía: en un allanamiento, incautaron información reveladora: 6 fotos y 36 videos (más de 2.000 gigabytes) con pornografía infantil, es decir niños de entre 4 y 12 años en actos sexuales explícitos. Recibía todo ese material por un grupo de WhatsApp, pero una pericia reveló que sólo consumía ese contenido y no lo distribuía.

La captura de ese sujeto ocurrió el 2 de octubre del año pasado, luego de que la pequeña fuera a decirle a su mamá que hablara con su tío porque le daba asco y ya no quería seguir practicándole sexo oral o que le frotara sus genitales en su zonas íntimas, según el expediente.

Todo había comenzado en julio de ese año y ocurría en las siestas, cuando la nena dejaba la casa en que habitaba con sus padres, en el fondo de la propiedad de su abuelo, y se iba al dormitorio de sus tíos que tiene una puerta que da a ese fondo. El gancho era decirle a la niña que, a cambio de usar la computadora o ver televisión, se sometiera a distintas prácticas sexuales. Se aseguraba su silencio diciéndole que era un secreto entre los dos, según el expediente.

Que la psicóloga asegurara que el detalle del relato no dejaba dudas que la menor había atravesado una experiencia sexual, que presentaba momentos de angustia y otros síntomas de los niños abusados y, sobre todo, que no mentía, fue otra evidencia que complicó a ese joven.

Al punto de que ya firmó un acuerdo de juicio abreviado (asistido por su defensor oficial Daniel Angel Montiel Zelco) con la fiscal Marcela Torres, en el que admite los delitos de abuso sexual con acceso carnal reiterado, abuso sexual gravemente ultrajante, corrupción de menores y tenencia de material pornográfico infantil. El pacto será ratificado ante el juez de la Sala I de la Cámara Penal, Juan Carlos Caballero Vidal (h).

 

Confesó que manoseó a una nena

Un joven de 26 años admitió que el 19 de abril de 2015, fue a visitar a un primo en un Lote Hogar de Chimbas. Y que cuando le permitieron quedarse a dormir se fue a la cama de una hija del dueño de casa, de 7 años, la manoseó y la besó. Por ese delito, calificado como abuso sexual gravemente ultrajante, el sujeto firmó un acuerdo de juicio abreviado a través de su defensor oficial Marcelo Salinas, con la fiscal Marcela Torres, en el que admite la pena de 4 años de cárcel. El caso será resuelto por el juez de la Sala I de la Cámara Penal, Miguel Dávila Safe, dijeron fuentes judiciales.

El caso había sido descubierto por una tía de la nena que también dormía en la misma habitación. Vio todo y se lo dijo a sus padres que, además de echar al sospechoso, lo denunciaron.