El 25 de julio de 2022, entre las 3,04 y las 4,46, el móvil 33 del Comando Radioeléctrico se mantuvo en una parada fija en el callejón Sánchez, al Este de Santa María de Oro, en inmediaciones del barrio Stanza, en Santa Lucía. Lo reveló la dispositivo satelital instalado en el auto y el cabo primero, Néstor Páez, lo informó a sus superiores, pues se suponía que ese vehículo debía estar patrullando. Cuando la novedad llegó a los altos mandos policiales, el jefe de patrulla, el oficial inspector Gastón Darío Cuello (38) y su acompañante en ese patrullero, el cabo Gerardo Andrés Albarracín (38), fueron sancionados. Cuatro días después, el 29 de julio entre las 3 y las 3,15, ambos policías se trasladaron en la moto Yamaha 250cc de Albarracín hasta inmediaciones del CISEM y Cuello se acercó hasta el Renault Logan de Páez con pintura roja en aerosol y pintó casi todo el costado izquierdo del vehículo.
Entonces el fiscal de Delitos Especiales, Renato Roca, consideró que ambos policías debían ser investigados por el delito de daño agravado por ser cometido "con el fin de impedir el libre ejercicio de la autoridad o en venganza de sus determinaciones". Y, ahora, pedirá a un juez que cierre la investigación y eleve a juicio el caso contra ambos policías, para quienes buscará una condena de 1 año de ejecución condicional (sin detención) y la obligación de cumplir reglas de conducta por cometer ese ilícito, informaron fuentes judiciales.
El informe sobre el movimiento del patrullero aquella madrugada, las cámaras privadas y las seguridad pública que revelaron el recorrido de la moto de Albarracín y que también captaron el momento en que Cuello se acercó al auto de Páez y lo dañó, el posicionamiento de los teléfonos celulares de ambos imputados cerca del CISEM, el informe del "daño" que sufrió el auto del cabo primero Páez, y hasta una conversación descubierta en el teléfono de Albarracín ("Estamos planeando hacerle mierda el auto a ese qlia", asegura en un tramo de la charla), son parte de las pruebas que Fiscalía ventilará en el juicio contra ambos policías.
Para Fiscalía no hay dudas de que Cuello y Albarracín cometieron el delito de daño agravado, pero eso no es lo que piensan ni argumentan los defensores de ambos implicados, Claudio Vera y Gustavo Sánchez. Estos abogados seguramente buscarán que sus clientes sean desligados con un sobreseimiento con el argumento de que -dijeron- el propio cabo primero Páez y un chapista que limpió el auto, declararon que la pintura salió con un poco de aguarrás. Y porque los aerosoles incautados a uno de los imputados, no fue la pintura usada en el auto de Páez. Los defensores entienden que el caso debería investigarse en la Justicia de Faltas (menos grave).
Ambos policías, enfrentan una investigación interna que puede acarrearles sanciones.