Impactada. A la sospechosa (sentada) le mostraron fotos del cadáver y no pudo aguantar el llanto. Luego le ofrecieron asistencia médica, pero dijo que se encontraba bien. La mandaron al Penal.

 

La sospecha del Ministerio Público Fiscal (MPF) es que la amiga del profesor de Educación Física tendió un plan para asesinarlo y que no se trató de un ataque imprevisto, repentino, fortuito o por algún motivo del momento. Los investigadores creen que lo mató mientras lo tenía esposado y con un antifaz que no le permitía ver, y que Marcelo José Amarfil (46) nunca imaginó que iba a ser acuchillado por su amiga de tantos años mientras intimaban en el auto de ella, en 9 de Julio.

Sin embargo, Luciana Bustos Sánchez (33) ayer, en su declaración ante la jueza de Garantías Celia Maldonado, intentó despegarse de la acusación. "Creo en la Justicia, creo que la verdad va a salir a la luz, me he brindado desde el primer momento para presentar todo lo que sea necesario para que esto se aclare.

Sostengo mi inocencia, creo que todo va a salir a la luz. Vuelvo a repetir, creo en la Justicia y por el momento no voy a hacer más declaraciones", dijo la Licenciada en Historia y becaria del Conicet. Antes había agradecido a los familiares que estaban presentes en la sala, entre ellos su novia, y había pedido a los medios "que sean muy cautelosos con la información que publican". Pese a su versión, a pedido de los fiscales de la UFI Delitos Especiales Adrián Riveros y Francisco Pizarro, la jueza la envió preventivamente al Servicio Penitenciario Provincial por un plazo inicial de un año, decisión amparada principalmente en la gravedad del delito que le imputan, homicidio agravado por alevosía, que se castiga con perpetua.

Para los investigadores, el plan de Bustos Sánchez puso primera alrededor de las 22 del pasado martes, cuando en su Ford Fiesta pasó a buscar a Amarfil por su casa ubicada en Concepción, Capital. Luego fueron a un bar sobre Avenida Libertador, en Santa Lucía, donde comieron y bebieron algo. En ese lugar pagó ella con su tarjeta de débito. De acuerdo a los registros de las cámaras de seguridad, a las 0.45 -ya del miércoles- salieron del bar rumbo a 9 de Julio, a esa zona cercana a los fondos del Aeropuerto Domingo Faustino Sarmiento, lugar al que anteriormente ya habían ido en busca de oscuridad y tranquilidad, consta en el expediente. El que condujo el auto fue el profesor, y entre la 1 y la 1.15 la pareja se detuvo a un costado de calle Pellegrini, entre Solís Santiago del Estero. Allí, según la acusación, ambos se dispusieron a tener relaciones y cuando Amarfil se encontraba completamente desnudo sentado en la butaca del conductor, maniatado con unas muñequeras de cuero y con un antifaz de tela negra en sus ojos, Bustos Sánchez comenzó a atacarlo con un cuchillo. Primero le hizo un corte en el rostro, en la mejilla derecha, y otro en el cuello que le seccionó la carótida y llegó a lesionarle la tráquea. El profesor alcanzó a salir del auto pero se desangró en el pavimento.

Más tarde, cerca de las 2, pasó el policía en moto al que la ahora sospechosa le dijo que su amigo se había autoagredido, versión que ella y la defensora oficial Cecilia Mut siguen sosteniendo.

Para el MPF, Amarfil consintió el juego sexual y accedió a colocarse las esposas y el antifaz. En ese momento, "Bustos se aprovechó del estado de indefensión" del profesor, según el fiscal Riveros. Es por eso el agravante de la alevosía, que implica cometer un delito a traición y sobre seguro. "Ella le ocultó la intención de matar. Él, en el grado de confianza, nunca imaginó que iba a ser atacado", explicó el representante del MPF.

El móvil del presunto crimen es un misterio. Sin embargo, para los acusadores, que ella tenía la intención de matarlo es tema cerrado: además del cuchillo utilizado, que era parte de un kit de asado, la mujer llevaba otro en su cartera, revelaron.