El peligro fue mayúsculo y las consecuencias mucho peores a las que finalmente dejó. Porque el tanque pesaba al menos una tonelada, estaba cargado con anhídrido sulforoso (usado en mostos y vinos) y literalmente salió como un misil cuando reventó la soldadura circular de un extremo, y recorrió por el aire unos 50 metros desde el techo de una bodega hasta la calle, donde rebotó para frenar su descontrolado rumbo contra una pared medianera de una casa vecina, destruyéndola y derribando también un portón. Por suerte, nadie se atravesó en el camino de ese peligroso proyectil y al final el saldo fue de al menos 15 personas con diferentes grados de intoxicación, incluidas dos bebas de 2 y 1 año, y dos ancianos. Todos fuera de peligro, según fuentes policiales.

Ocurrió minutos después de las 18 de ayer en la bodega Cooperativa Andina Limitada, por Mendoza, una cuadra al Sur del cruce con calle 5, en Villa Paolini, Pocito. Y con fondo a las calles Del Carril y Libertad, que fue donde se vivieron los momentos de mayor tensión.

Cuando explotó, algunos vecinos creyeron que se había caído la rama de unos enormes eucaliptos en calle Del Carril. Otros, como Félix Flores, creyeron que había sido un choque hasta que vio el tanque y percibió el insoportable gas (el anhídrido se pega e irrita las zonas húmedas del cuerpo), aunque no como los vecinos de calle Libertad, donde la corriente de aire embolsó el gas y provocó estragos: dos familias completas con sus bebas debieron ser asistidos en centros de salud.

Instantes después arribaron tres dotaciones de Bomberos al mando del subcomisario Raúl Castro y el oficial Rubén Castro, para encarar las investigaciones de rigor con personal de la seccional 6ta.

Orlando Giner, enólogo de la bodega, dijo que el tanque es de la empresa Sulfur (de Mendoza) que los provee del gas.