El crimen de Aldo Agustín Pérez (67 años, jubilado) cometido en las últimas horas del pasado domingo parece encontrar en su investigación un hilo en común: dos detenidos, padre e hijo, como principales sospechosos.
El primero en caer, horas después de ocurrido el hecho, fue Jonathan Rojo, de 22 años y apodado "El Piolín". Y este viernes quedó tras las rejas su padre, quien por ahora no fue identificado
A Pérez lo encontraron en su casa, boca abajo en un charco de sangre con varios puntazos y uno letal en el pecho. La primera hipótesis de los investigadores fue la del robo, de acuerdo a que faltaba una moto y la billetera de la víctima
Los dos detenidos conocían a Pérez, se frecuentaban, explicaron fuentes policiales a este diario
Pérez había trabajado casi la mitad de su vida como mozo en una conocida parrilla capitalina y hasta hace un mes en una pizzería de Rawson, que ya cerró.