Buenos Aires.- El padre del chico de 13 años que mató a uno de los ladrones que entraron a robar a su casa de la localidad bonaerense de Francisco Álvarez, en el partido de Moreno, dijo que su hijo ‘está mal, no para de llorar por lo que pasó’.
El hombre consideró que los delincuentes ‘han tenido códigos’ y ‘le perdonaron la vida’ a su familia al optar por irse del lugar sin dispararles. El menor, que apenas es un niño, debe procesar en su cabeza que le quitó la vida a alguien y digerir la escena que vio en su casa.
El hecho ocurrió anoche, a las 21.30, en la vivienda de la familia. El menor estaba en su dormitorio y observó que su madre era metida a los empujones hacia el interior de la propiedad por varios desconocidos que llegaron en un auto Chrysler Voyager, todos armados con ametralladoras, chalecos antibalas y reclamando la entrega de dólares y dinero en efectivo.
El chico tomó un arma de fuego de los padres y enfrentó a los delincuentes a los tiros, dándole dos balazos en una de las axilas a uno de los ladrones, que cayó muerto en el patio de la propiedad, mientras que los cómplices escaparon del lugar sin concretar el robo
Los investigadores del caso consideraron en principio que el menor actuó en ‘una clara legítima defensa’, mientras su madre declaró ante la fiscal Luisa Pontecorvo a cargo de la fiscalía descentralizada 3 de Moreno.
Relató que ella llegaba en su auto desde el trabajo -se dedica al sector seguros, igual que su marido- y fue sorprendida por delincuentes que la metieron al patio, oportunidad en la cual uno de sus hijos tomo el arma del padre y los enfrentó. El arma de fuego utilizada por el chico fue un revolver calibre 9 milímetros.
Los delincuentes que lograron escapar se fueron en el vehículo en el que habían llegado, que fue abandonado a unas diez cuadras, camino a la zona céntrica de Moreno, y que tenía una denuncia de robo de una comisaría de Merlo.
