Ayer por la madrugada Fernando Báez Sosa, de 19 años, fue asesinado a golpes por un grupo de 11 jugadores de rugby a la salida de un boliche en Villa Gesell. El incidente tuvo lugar pasadas las 5 frente a la discoteca ubicada en avenida 3 y calle 102, donde los deportistas, miembros de un club de Zárate, le pegaron piñas y patadas.
Silvino Báez es el padre de Fernando y esta mañana habló sobre lo ocurrido y aseguró: " Estamos destrozados. Era nuestro único hijo, el futuro de la familia. Lo hicieron pedazos. Para cada padre su hijo es lo más importante. Yo vivía para él y su mama también. A mi hijo lo mataron como a un animal".
En diálogo con el canal C5N, Báez contó que se enteró sobre el fallecimiento de su hijo ayer cerca de las 6 de la mañana y que en un primer momento le dijeron que había tenido un accidente. "Después me llamó el comisario y nos dijo que era una pelea y que había fallecido. Viajamos urgente. El fiscal nos dijo que iba a poner todo el empeño para que se esclarezca lo que pasó y paguen los culpables".
Asimismo, Silvino pidió justicia, afirmó que tiene esperanza en que las autoridades hagan su parte para condenar a los culpables y dijo: "Estamos muy dolidos, no sé cómo estoy parado. Se ve que mi hijo me está dando la fuerza".
Respecto de Fernando, el padre contó que había terminado el CBC para ingresar a la carrera de Abogacía en la Universidad de Buenos Aires, que había estado trabajando todo el año para juntar plata para sus vacaciones y que se fue primero una semana con sus amigos de primaria a Pinamar y luego una semana con sus compañeros del secundario.
"Era un muchacho muy preparado, cuando se proponía las cosas la cumplía. Hace ocho meses que estaba preparando sus vacaciones. Trabajaba con una señora que le daba laburo y entre su mamá y yo le completamos. Se merecía sus vacaciones".
"Su sueño era recibirse de abogado y también era nuestro sueño", dijo por último Silvino y envió un mensaje a los rugbiers que lo golpearon hasta matarlo: "Me gustaría que estén en mi lugar, a ver qué sienten. Mi hijo era tan joven, tenía un futuro por delante, era tan vivaz. Él no se merecía esta forma de sacarle la vida".
Desde las 10 de la mañana, en una funerario de Caballito, los padres de Fernando velan sus restos. Desde allí habló la madre, Graciela: "Le dieron muchos golpes. Lo golpearon hasta no dar más. Lo mataron. Son asesinos. Que paguen por favor y que la Justicia actúe. Esto no tiene que quedar impune. Pido justicia para mi hijo".
Fuente: La Nación / TN