Los disparos como peligroso condimento en nutridas reuniones para festejar, como los corsos de carnaval, volvieron a escena. Esta vez, los festejos carnavalescos celebrados Villa del Carril, Capital, por poco no terminaron en una desgracia, donde una mujer de 26 años terminó herida por un balazo en la espalda que, por fortuna, no le dejó graves consecuencias.

La víctima fue identificada en la Policía como Roxana Cabaña, con domicilio en el barrio Siete Colores, en Rawson. Ayer, este diario intentó sin éxito localizarla para conocer su versión.

De todos modos, fuentes policiales indicaron que el hecho ocurrió alrededor de la 1 del último domingo en calle Brasil entre Conector Sur y Las Heras, donde la joven estaba con conocidos suyos.

Según los voceros, a causa del disparo fue necesaria la intervención de la ambulancia para trasladarla al hospital Guillermo Rawson, donde luego de atenderla le dieron el alta.

El caso es investigado en la seccional 28va. Allí parten de la hipótesis de que fue una “bala perdida” la que lastimó a Cabaña, es decir un disparo efectuado en un lugar distinto al de los festejos. Suponen que fue así porque en la zona de la reunión no detectaron altercados o hechos violentos con alguna persona armada.

Ahora, lo más probable es que el caso pase al archivo.

 

El caso que terminó en crimen

En marzo del año pasado, los corsos de carnaval en la Villa El Salvador, Chimbas, terminaron en un homicidio. La víctima fue María Bugueño (49). La madrugada del 4 de marzo salió a la puerta a despedir a una parienta que le dejó a su hijo para asistir a los festejos, cuando recibió un tiro en el abdomen. Seis días después, el 10 de marzo, murió. La sospecha es que el disparo letal lo efectuó Miguel Angel Tapia (20, alias “Tarrito de Grasa”). Por entonces ese joven integraba la comparsa “Fortín del Norte”, y había sacado un revólver para disparar pero no a María, sino a un grupo rival con el que ya tenía viejas diferencias. Tapia está preso y espera ser juzgado.