Irse para Brenda es lo habitual. Con apenas 15 años, hace rato que se va de su casa pero también ya es una costumbre que se vaya (para los pesquisas es fuga, técnicamente) de los hogares del Gobierno en los que la internan para tratar de recuperarla de sus conflictos. El mes pasado fue noticia cuando cruzó la frontera hacia Chile con otra menor, una chica de 13 años del departamento 25 de Mayo, que la acusó de prostituirse y tener problemas con las drogas. Pero desde que llegó a San Juan ya se escapó tres veces de los hogares estatales donde la resguardan: según la Policía, se fue el lunes y enseguida fue hallada. Se fue otra vez el jueves con igual resultado. Y el viernes en la tarde aprovechó un descuido del cambio de guardia para volver a huir, esta vez con otra menor internada por otros problemas, dijeron fuentes ligadas a la investigación.

Las autoridades oficiales aclararon ayer que el hogar donde estaba Brenda no es un lugar de detención porque los chicos alojados allí no cometieron ningún delito. Y que por lo tanto los controles y la seguridad son más flexibles.

Anoche circuló la versión de que otra vez había sido encontrada en una escuela de Capital, pero desde la Dirección de la Niñez y la Comisaría del Menor negaron que sea así.

La fuga de Brenda con la chica de 25 de Mayo había provocado tal revuelo, que incluso se llegó a pensar lo peor. Hasta que la propia Brenda con el camionero que la llevó a su país resolvieron mandar a la más chica y así la localizaron en Mendoza. Allí investigan si esa niña fue o no víctima de trata sexual, aunque la menor negó esa posibilidad.