Qué decía la lógica: Que el cuerpo de Rodrigo Muñoz (26) debió ser arrastrado por la fuerte presión del caudal cloacal cuando cayó el jueves a la tarde, y no debió pasar del último obstáculo que tenía al cabo de 5 kilómetros de recorrido: una parrilla en la planta de tratamiento de esos líquidos en el Bajo Segura, Santa Lucía. Pero ayer, dos días después de su caída en Roque Sáenz Peña (200 metros al Oeste de Colón), Santa Lucía, después también de que los bomberos y personal de OSSE recorrieran tramo a tramo toda la cañería y revisaran más de una vez las piletas y la parrilla en la planta, esa lógica pareció quebrarse: "Hicimos un objeto, un envoltorio con un peso de unos 100 kilos, que era un poco menos del peso de la víctima, y pasó la parrilla. Por eso ahora estamos concentrados en buscarlo en el arroyo Los Tapones, con la ayuda de personal de OSSE y de la empresa «Federico Hnos» que puso una máquina para desmalezar las zonas próximas al cauce", explicó al cierre de esta edición el jefe de Bomberos, comisario Rogelio Alcayaga.
Ayer también, la madre de Rodrigo, Norma Muñoz, y un grupo de familiares, seguían esperando: "Sería bueno que el gobernador tome cartas en el asunto para agilizar esto (la búsqueda), porque esta espera es muy angustiante", dijo Norma.

