Una pareja dejó ayer durmiendo a sus tres hijos para salir a hacer unos trámites y a su regreso encontró toda su casa quemada. Lo que pasó fue que uno de los niños despertó, se puso a jugar con un encendedor y sin querer terminó prendiendo fuego el colchón de una cama. No fue una tragedia gracias a que el hermano mayor tomó a su hermanita, de 1 año, y los tres escaparon antes que las llamas se propagaran por toda la casa, la que luego quedó destruida por el voraz incendio.
El fuego se desató en una precaria construcción ubicada en el fondo de otra vivienda de la manzana C del Lote Hogar 23, cerca de Necochea y Benavídez, en Chimbas. Hugo Mercado (34) y Cintia Gutiérrez (23), ocupantes de esa casa de dos ambientes, salieron a las 9 y sus hijos Thiago (4), Lautaro (3) y Aymara (1) quedaron durmiendo. ‘A veces duermen hasta el mediodía y nunca pensamos que podía pasar algo así’, relató Hugo, quien dijo que: ‘el niño más chico se despertó y, no sé cómo, sacó el encendedor que estaba arriba del modular. Se puso a jugar con fuego y prendió el colchón’. Por suerte, Thiago se levantó al ver las llamas, tomó en brazos a la beba que descansaba en la cama matrimonial y salió hacia el patio delantero junto a Lautaro.
‘Vi que los niños salieron y que adentro de la casa había humo. No decían nada, estaban asustados. Ahí me di cuenta que la casa se estaba quemando’, relató Jorge Núñez, el abuelo de los chicos, que vive en la parte de adelante de la propiedad. El hombre junto a los vecinos arrojaron agua como pudieron. Después llegó la dotación compuesta por el oficial Marcelo Aragón, el cabo José Jofré y los agentes Maldonado y Mercado, del Departamento Bomberos, para sofocar las llamas. El fuego igual arrasó con todo. Y es que el techo era de caña y barro. La joven familia perdió su heladera, la cocina, el televisor, cuatro camas y los otros muebles, y toda la ropa.
