‘La idea es atraparlos y ver si las protectoras de animales pueden ubicarlos en otro lugar. Sino, el animal que sea más agresivo, habrá que sacrificarlo. Llegado el extremo de no encontrar una solución, tendremos que aplicar la ley. Respeto la opinión de los proteccionistas, pero hay que ser realistas. No podemos arriesgarnos a que lastimen a otro chiquito’. Eso dijo ayer Federico Ozollo, jefe de la División Saneamiento de Salud Pública, y es una medida extrema que pediría a la Justicia para los 12 perros callejeros que atacaron y le causaron múltiples heridas en el cuerpo a la pequeña Pía Castro Audala (3), el viernes pasado en un descampado situado entre el barrio 5 de Diciembre y la bodega Nessman, en Capital.
El funcionario explicó que ‘mañana (por hoy) voy a hablarlo con el juez que esté en turno para ver si encontramos una solución. Ni Salud Pública ni la Municipalidad de la Capital tienen un lugar para albergar animales. Se está esterilizando, pero cuando tenemos estos problemas debemos actuar porque no sabemos si esos perros pueden volver a lastimar a otro chico. Es mi opinión personal, pero lógicamente la voy a presentar a la Justicia’. El funcionario agregó que el rifle sanitario es un último recurso y está contemplado en el artículo 25 del Código Sanitario de la provincia: ‘En el artículo dice que cuando hay un peligro inminente o grave, ya sea por algún animal que tiene rabia o que no se puede dominar, se puede aplicar el rifle sanitario. Nosotros fuimos hoy (por ayer) al lugar y los perros estaban al lado de la bodega, en el descampado. Son 12 y se mostraron agresivos. Si no tenemos suerte con el juez, lo hablaré con el ministro y tomaremos la decisión nosotros’, dijo Ozollo.
‘Hay que ser realistas. No podemos arriesgarnos a que los perros lastimen a otro chiquito’
FEDERICO OZOLLO, JEFE DE SANEAMIENTO
La pequeña Pía Castro estaba al cuidado de su padre, pero en un descuido salió a la calle detrás de su hermano mayor, de 11 años, que estaba con un amiguito. Los niños se fueron a jugar a una plaza y la nena enfiló hacia el descampado donde jugaban otros chicos. Según Viviana Audala, la mamá de la víctima, esos niños habrían molestado a la jauría y cuando vieron sola a Pía, la mordieron. El hermanito vio el ataque y con un palo logró espantar a los perros, que le habían provocado unas 40 heridas en el cuerpo a su hermana.
Tras una larga cirugía en el Hospital Rawson y unos días internada, la criatura fue dada de alta ayer, informó su madre. Por otro lado, desde la Policía indicaron que citaron al sereno de la bodega para establecer si los animales son o no suyos. Es que los vecinos y los propios padres de la nena aseguraron que ese hombre es su dueño, pero el cuidador dijo que no le pertenecían.