Cinco veces condenado desde 1999 a 2015, estando preso en el Penal de Chimbas fue procesado por 2 maniobras más y este año, sumó otra causa más. Siempre por el mismo delito: estafas.
Está claro que el célebre estafador César Esteban Vignoli dejó un tendal de víctimas por donde pasó mientras estuvo libre y aún hoy, ya detenido, siguen apareciendo personas que cayeron en sus hábiles engaños.
Un hombre lo denunció en febrero pasado porque Vignoli lo embaucó 2 veces y le sacó 130.000 pesos: simuló venderle una máquina y luego le sacó más plata por un Toyota Corolla, que obviamente jamás apareció, informó la Policía.
Tras la denuncia, efectivos de Seguridad Personal secuestraron ayer en Capital ese auto que lo había alquilado la esposa del estafador (no fue apresada) al municipio capitalino, agregaron en la fuerza.
El último denunciante es de apellido Ávila. Este hombre denunció el 28 de febrero pasado que en los primeros meses de 2015 se cruzó con el ahora condenado y le dio 90.000 pesos a cambio de una máquina para fabricar helados, indicaron fuentes policiales.
Sin saber quién era Vignoli, Ávila lo buscó por todos lados y nunca pudo obtener la máquina ni recuperar su dinero.
Luego de insistir, logró ubicarlo y consiguió que el estafador le firmara un pagaré en blanco por los 90.000 pesos, pero en ese mismo momento el ahora condenado desplegó nuevamente su habilidad para otro fraude.
Según la Policía, Vignoli le ofreció venderle un Toyota Corolla y tomaba los $90.000 iniciales en parte de pago. Eso sí, le dijo que el rodado valía más y le pidió otros 40.000 pesos porque supuestamente tenía una prenda. Y Avila cayó otra vez.
Luego, ambos fueron a una escribanía a sellar la operación y el estafador hizo firmar a su mujer, llamada Marcela González, el 08 y el boleto de compraventa, informó la Policía. El final fue el mismo: el auto nunca llegó a Ávila. Y Vignoli fue condenado el 10 de abril de 2015 a 6 años de cárcel por 3 estafas cometidas entre 2007 y 2009.