‘Yo no lo hice. Me gustaría saber quién lo hizo, todos los días me lo pregunto’, reiteró en sus últimas palabras ante el tribunal Exequiel Contreras (31), para luego agregar que, el día que lo descubra, no dudaría en hacer justicia por mano propia: ‘Dios perdona, pero yo no soy Dios, no voy a perdonar’, remató. Sin embargo, instantes después los jueces Silvina Rosso de Balanza, Juan Bautista Bueno y Maximiliano Blejman (Sala II, Cámara Penal) consideraron que el círculo se cerraba sobre el mismo Contreras y le aplicaron la pena temporal (específica en años, a diferencia de la perpetua) más dura hasta ahora, según fuentes judiciales: 45 años de cárcel por los graves delitos contra un nene de 4 años a quien trataba como su hijo. Esos delitos son abuso sexual con acceso carnal agravado por la guarda y la situación de convivencia, y homicidio simple, pues para el tribunal no se acreditó ni con una partida de nacimiento ni con una prueba genética (un cotejo de ADN) que el pequeño Exequiel Cuello fuera realmente hijo del imputado.
La otra condena temporal más dura la había recibido el 24 de mayo de 2012 el instructor de artes marciales Osvaldo Arena. Ese día, otro tribunal, también de la Sala II, le aplicó 40 años por los ataques sexuales cometidos contra cuatro niñas que asistían a sus clases.
> EXEQUIEL
El pequeño Exequiel había ingresado al hospital Rawson en muy grave estado alrededor del mediodía del 9 de diciembre de 2019. Su cuadro de heridas era estremecedor: cuatro moretones en la espalda, otro en la ingle, una fractura en su parietal izquierdo y múltiples lesiones de un ataque sexual, fueron las más importantes. Pesaba apenas 15 kg y murió a causa de las lesiones en la cabeza el 23 de enero de 2020.
Durante los alegatos, el fiscal Daniel Galvani y la abogada de la madre del nene, María Noriega, habían pedido perpetua por el ataque sexual y por homicidio criminis causa, es decir por matar para asegurarse la impunidad en otro delito, en este caso la violación. El fiscal pidió, además, que la madre del nene sea investigada por ser cómplice (‘comisión por omisión’, tipificó), pues con semejante cuadro de heridas, le resultaba imposible que no hubiera notado nada en su hijo. El tribunal aún debe expedirse si ordena o no investigar a la mujer.
Los jueces les dieron parcialmente la razón a los acusadores. Adhirieron al planteo sobre el delito de abuso sexual, pero consideraron que no se cometió un homicidio agravado sino uno simple, por no estar acreditado el vínculo entre Contreras y el nene. La composión de la escala penal para ambos delitos variaba entre 8 y 45 años, y optaron por aplicar ese máximo.
Para la Fiscalía, se había probado que todo pasó entre las 6 y las 9 de la mañana de aquel 9 de diciembre, cuando la madre del nene, Tamara Cuello, salió con sus otros tres hijos (incluida una beba, hija de Contreras) a pedir certificados médicos para que los aceptaran en una colonia de verano.
Al volver -dijo- se topó con su hijo Exequiel (el único que no la acompañó) sin poder despertarse. Lo llevó al hospital cuando comprobó que no reaccionaba y entonces dijo a los médicos que se le había caído en la ducha, cuando lo aseaba porque se había defecado. Luego se rectificó y aclaró que dijo eso porque Contreras se lo indicó.
Para el defensor oficial, Marcelo Salinas, no se comprobó que Contreras fuera autor del ataque sexual y menos de haberle causado la letal fractura de cráneo. Apuntó contra la madre del niño. Ahora, podrá reclamar ante la Corte de Justicia.