El fuego agarró parte de las habitaciones y los pequeños quedaron encerrados. Los vecinos luego alcanzaron a rescatar a los chicos, pero una nena sufrió quemaduras en sus manos y su carita.

El incendio se desató ayer pasadas las 21 en la casa 10 de la manzana D, del barrio Arenales, ubicado sobre calle Cipoletti, en Chimbas. Adolfo González -el jefe de familia- estaba trabajando y su mujer Carla en esos momentos había salido a llevar unos papeles, dijeron los vecinos. Sus hijos Jazmín, de 8 años; Gonzalo de 7 y la pequeña Priscila, de 5, se quedaron solos en la vivienda. Según la policía, las puertas estaban con llave.

Aparentemente, uno de los niños tomó un encendedor para jugar y prendió fuego accidentalmente dentro de una habitación, dijo la policía. Los chicos no pudieron apagar las llamas y corrieron a una pequeña ventana de la cocina para pedir ayuda a sus vecinos, la familia Trigo. "Vimos el fuego en toda la casa. Los niños gritaban y pedían que los sacáramos, pero no se podía abrir la puerta", relató Marcelo Trigo.

Este muchacho, su mujer y otros vecinos empujaron la puerta hasta romperla y así entraron a rescatar a los tres pequeños, uno de los cuales resultó herido. La misma gente después, con baldes y tachos, arrojó agua hasta poder apagar el fuego que dejó daños en muebles y artefactos de las habitaciones y el resto de la casa. Lo lamentable es que Priscila, de 5 años, sufrió quemaduras moderadas (de tipo A-B) en sus manos y cara, precisó el médico pediatra Martín Merlo, quien atendió a la pequeña en el Hospital Marcial Quiroga. Anoche, la niña permanecía estable, con analgésicos y oxígeno, en el sector de Cirugía de Quemados de ese nosocomio, informaron.