La jueza de Instrucción María Inés Rosselot procesó ayer al empresario Hugo Naranjo por una supuesta estafa millonaria contra la firma ‘Escobar Sacifi’, con la compra-venta de un emprendimiento de ese grupo empresarial destinado a la cría y venta de cerdos (‘Campo Fértil’) tras la crisis económica y financiera de 2001. Naranjo fue denunciado porque era empleado de ‘Escobar’ y se terminó quedando con ‘Campo Fértil’, apostado en un predio de 71,5 hectáreas en 9 de Julio.

Según fuentes judiciales, en su resolución la magistrada también embargó bienes del procesado por 5 millones de pesos y ordenó la captura, incluso internacional, de otros cuatro sospechosos de Capital Federal: Alberto Gabriel Castro, su hija Noemí Castro, Alberto Angel Cushnir y José Di Grande.

Había sido el presidente de ‘Escobar’, Eduardo Fornasari, quien denunció la supuesta estafa, en febrero 2006, a través de su abogado Fernando Castro. Según esa denuncia, los cuatro prófugos integraban la firma ‘Grupo Agropecuario’ y fueron ofrecidos por el propio Naranjo como compradores de ‘Campo Fértil’. En esa operación, designaron fiscalizador a Naranjo como señal de buena fe de que cumplirían el contrato: pagar 1 millón de dólares en cheques, asumir deudas por otros 4 millones y usufructuar dos cupos por 5 millones en diferimiento de impuestos.

Luego, según la causa, Castro y compañía le dieron un poder general a Naranjo, que sólo le impedía vender el emprendimiento. Y al final levantaron esa prohibición y Naranjo apareció como vendedor y comprador de ‘Campo Fértil’ por 205.000 pesos. Es más, en la denuncia, Naranjo fue acusado de cobrar unos $868.000 por alquilar ‘Campo Fértil’ a la firma ‘Agroceres Pic’.

‘Es una falta de respeto enterarse primero por los medios. Siempre sostuvimos que no hubo ningún delito, pero ahora no puedo opinar porque desconozco los argumentos del fallo’, dijo ayer Javier Cámpora, abogado de Naranjo.

Tres años antes de ser denunciado, el 27 de mayo de 2006, Naranjo se salvó de milagro al recibir 5 tiros en la cabeza y un intento por quemarlo en sus oficinas céntricas. Por ese hecho fue condenado a 17 años de cárcel un exempleado de seguridad de ‘Escobar’, el excomisario Alejandro Pereyra. Naranjo siempre acusó a Fornasari de mandar al expolicía a matarlo. Y aunque Fornasari pasó 401 días preso, fue desligado definitivamente de esa sospecha con un sobreseimiento.