Un joven de 20 años murió anteayer a la tarde tras una feroz golpiza sufrida en horas de la mañana, en medio de una trifulca ocurrida en la Unidad Penal N° 6 de San Cayetano, de Corrientes. Por el hecho se hallan implicados suboficiales del Servicio Penitenciario que están siendo investigados, ya que habrían tenido participación directa en el hecho.

El fallecido fue identificado como Héctor Ezequiel García, quien falleció en el Hospital Escuela pasadas las 16. De acuerdo a los médicos, había ingresado horas antes con severas lesiones en la cabeza y en distintas partes del cuerpo. La investigación se halla en manos del Juzgado de Instrucción 6, que buscará conocer cómo sucedieron los hechos.

Fuentes oficiales precisaron a El Litoral que el incidente se inició al término de la hora del recreo, pasadas las 10.30, cuando pidieron a los internos regresar a sus respectivas celdas.

Se supo que el interno García habría hecho caso omiso al pedido y hasta habría agredido al celador, un cabo primero de nombre Francisco Gómez, quien recibió un golpe de puño que le provocó lesiones en los labios. Ante el hecho, habrían llegado el jefe de la seguridad externa y otros suboficiales.

Posteriormente el recluso habría tomado una faca y un palo con punta para amenazar a los uniformados. García permanecía alojado allí acusado de una causa de robo. Al cabo del incidente, habrían reducido al preso, para trasladarlo hasta otro sector, donde habría recibido la golpiza que resultó letal. En principio estarían implicados un sargento de apellido Alegre y un cabo primero de apellido Ortíz.

La Justicia, sobre la base de estos y otros datos, deberá determinar la participación de los acusados, para lo cual tomará declaraciones e incluso obtendrá las imágenes del circuito cerrado de cámaras que aportarán valiosos datos, indicaron las fuentes consultadas.

El relato de la madre

Laura Silvero, la mamá del preso fallecido, salió a contar algunos detalles del crimen. Dijo que su hijo “estaba amenazado por el director de la unidad penal”, y consideró que fue detenido por un delito que no cometió. 

La mujer relató a FM Radio Radio Dos que “fui a llevarle unas cosas que me había pedido por teléfono y en el penal me las recibieron como si nada. Para ese entonces mi hijo ya estaba muerto y no me dijeron nada”.

“La última vez que lo vi fue el 25 de diciembre. Se quejaba del trato de los celadores, el abogado había realizado varias denuncias que están en fiscalía y tomaban represalias porque reclamaba su derecho”, expresó.

Aseguró además que “el director de la unidad lo amenazaba, le hizo firmar un papel donde decía que él había lastimado a un celador. Le sacaban su celular, le sacaron un equipito de música que yo le había llevado, le sacaban todo lo que yo le llevaba”, denunció.

En cuanto al consumo de estupefacientes, admitió que “tenía problemas de consumo de pastillas pero se encontraba en tratamiento”.

Acerca de cómo se enteró de la muerte, relató que “al regresar a mi casa se acercaron varios uniformados a informarme que mi hijo había muerto”, pero según relata la mujer, “los penitenciarios no sabían qué pasó”.

En otro orden de cosas, habló sobre la acusación contra su hijo y contó que, “Héctor había ido, en septiembre del año pasado, a una fiesta por el Día del Estudiante y un conocido se ofreció para acercarlo hasta su casa en una motocicleta, y en el camino tuvieron un accidente, y resultó que la moto donde se trasladaban era robada”.