Nada hacía suponer un desenlace tan trágico. Porque luego del caos y la conmoción de dar por los menos dos tumbos en auto hasta terminar a un costado de la ruta, el chico preguntó por su abuelo y el hombre lo tranquilizó. ‘Estaba lúcido, parecía que estaba bien’, dijo un jefe policial. Pero el paso de las horas volcaron la historia hacia un costado más dramático, porque el chico comenzó a empeorar, hasta que la situación se tornó trágica: murió.
Se llamaba Axel Riveros ese niño. Tenía 10 años y, al igual que su abuelo Carlos Riveros (57), vivía en el partido de Esteban Echeverría, Buenos Aires. Desde allí habían partido con la idea de visitar parientes en la Villa Independencia, Caucete, precisaron fuentes policiales.
Y el viaje había resultado normal hasta que al ingresar a 25 de Mayo, el hombre equivocó el rumbo que tenía planeado y se metió por la zona de La Chimbera, en lugar de seguir por la ruta 20, indicaron.
El accidente ocurrió alrededor de las 17,30 del viernes, cuando transitaban en un Renault Clío por la ruta 270 y el cruce con la ruta 183, en 25 de Mayo.
La versión policial es que en un momento el chico le pidió gaseosa al abuelo y este le dijo que esperara porque ya no estaba fría y estaban a poco de llegar a destino. Y que ante la insistencia del menor, quiso pasarle la bebida.
Fue en ese momento que todo se complicó porque el hombre habría estirado su mano hacia la parte trasera del vehículo, donde estaba la bebida, con tan poca fortuna que enseguida mordió la banquina y, al intentar corregir el rumbo, se fue hacia el otro costado y volcó.
El chico quedó internado, empeoró y ayer a las 17,30 falleció. Así, un viaje de distensión terminó con un gran dolor.
